El pinchazo de los coches de Street View
La imagen de un coche de Google fotografiando las calles de una gran urbe se había convertido en algo habitual, pero esta estampa podría dejar de verse en breve por las presiones legales.
La lista de países que han iniciado investigaciones sobre la legitimidad del servicio de Mountain View es cada vez más amplia. Así, a España, Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, Brasil y Hong-Kong se acaba de unir Canadá.
El pasado 22 de abril las autoridades de algunos países pusieron en el punto de mira a Street View al descubrir que los vehículos de Google no sólo habían estado tomando instantáneas, sino que también habían recolectado datos enviados a través de redes inalámbricas (se estima que unos 600GB en total), entre los que se encontraban correos electrónicos y otras informaciones de carácter personal, violando así la privacidad de sus usuarios.
La consecuencia directa de estas investigaciones para la compañía podría ser la prohibición definitiva de la circulación de sus automóviles. Algunos países, como Austria, han decidido tomar medidas cautelares en este sentido e impedir que los coches tomen las calles de nuevo mientras se dilucidan las causas.
Google ha anunciado que está dispuesta a destruir esos datos locales ante testigos y de hecho ya lo ha llevado a cabo en algunos países como Irlanda, pero sus actividades siguen despertando el recelo.
La pelota está ahora en el campo estadounidense. La compañía de la gran G deberá responder a una carta enviada por varios congresistas americanos, quienes se cuestionan sobre la recopilación de datos y barajan una investigación mayor de no obtener respuestas concluyentes.