De esta forma Apple dejará el M7 en favor del nuevo Phosphorus, que además de encargarse del IMU, será más potente y eficiente para poder procesar todo lo relacionado con la nueva plataforma de salud HealthKit que se espera que aparezca en el nuevo dispositivo y la nueva versión de iOS.
Phosphorus por tanto, no sólo se encargará de procesar los datos de movimiento, para librar de la tarea al procesador principal y gastar menos energía, sino que también conexión directa con otros sensores y aplicaciones que se verán este septiembre con la llegada del nuevo iPhone.
De hecho puede que Phosphorus también aparezca en el iWatch, y su incorporación al iPhone 6 hace presagiar que Apple apostará fuertemente por su nueva plataforma de gestión de la salud HealthKit. Esperemos que tengan más suerte que la que tuvo Google Health en su día, aunque con todos los escándalos de espionaje y falta de privacidad, aportar datos médicos a estas grandes empresas resulta inquietante.
Posiblemente al ser los smartphones usados sin tanto miramiento, en esta ocasión los usuarios no serán tan reticentes y quién sabe si todo esto terminará evolucionando en una especie de mundo a lo Gattaca en el que se terminará usando dicha información no para el beneficio del usuario sino para gestionarlo y limitarlo por parte del gobierno, como ya se hace con otros datos.
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