¿Estáis pensando lo que yo estoy pensando? ¿Pero qué narices es este dispositivo infernal y demoniaco que se vende por 244 euros? Si se os ocurre algo, ponedlo en los comentarios, porque a mí me viene la misma idea a la mente una y otra vez, y si lo sigo mirando creo que mi hipotálamo va a merendarse a mi cerebelo.