Realmente se trata de un “mud-horse“, que se podría traducir por “caballo de barro”, un artilugio que tiene siglos de antigüedad. Ya sabéis, hay gadgets ultramodernos. Pues este es ultraviejo.
Construido a mano, el cacharrete de madera sirve para pescar. Su funcionamiento se basa en empujarlo sobre las marismas (se te tienen que poner unas piernas de caballo, desde luego), donde ni cañas ni redes ni otros instrumentos llegan adecuadamente. De esta forma se puede recoger, por ejemplo, camarones (quisquilla) que han quedado tras la marea.
Adrian Sellick tiene 53 años y es el que empuja en la imagen su mud-horse. Teme que sea la última persona en el mundo que utilice esta técnica de pesca y que se pierda para siempre, ya que ninguno de sus hijos la ha heredado. ¿Quizá algún nieto? ¡Por nosotros que no quede! Una vez “internetizado”, al menos quedará el recuerdo para siempre. — Javier G. Pereda [Telegraph UK]
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