Las conquistas sociales, la incorporación de la mujer al mundo laboral y la mejora de las condiciones ofrecidas por las empresas han provocado que, cambio tras cambio, los profesionales del siglo XXI ya no vivan como imposible la conciliación de vida familiar y trabajo. O que esta misión no sea tan imposible como antes. Sobre todo si hablamos de miembros de la industria tecnológica. Y es que algunos asalariados, hay que reconocerlo, tienen más suerte que otros. Además de estar respaldados por convenios o la propia ley, los hay que trabajan para compañías que velan por sus familias como una condición del contrato más.
Esta misma semana el videoclub de películas y series por Internet Netflix ha anunciado una ampliación de las prestaciones que ofrece a su plantilla. A partir de ahora, las bajas por maternidad que se pidan las mujeres que acaban de ser madres y que forman parte de Netflix podrán durar hasta un año. Y las de paternidad también. Da igual que se trate del nacimiento de un hijo biológico o que la ampliación de la familia se produzca a través de la adopción, en cualquiera de esos casos Netflix se ha propuesto conceder bajas ilimitadas… o casi. Durante doce meses, los recién estrenados padres podrán pasarse todo el tiempo que quieran fuera de la oficina y seguir cobrando como de costumbre.
Luego, cuando decidan que es el momento de regresar al trabajo, se les permitirá elegir entre una reincorporación a tiempo completo y una transición más paulatina, con jornadas parciales. También se contempla la posibilidad de retomar la baja más adelante, tras su vuelta a la rutina. La idea de fondo es que cada persona elija el planteamiento que más le convenga. Que nadie se sienta forzado a perderse el primer año de vida de sus hijos por una cuestión de necesidad económica, con la preocupación y el hastío que eso puede suponer, afectando incluso al desempeño profesional. Y que la responsabilidad de autoimponerse los horarios derive en honestidad, compromiso y productividad.
Apostar por esta nueva expresión de libertad demuestra que las prácticas culturales de Netflix están funcionando. Y es que las bajas de maternidad y paternidad prolongadas en el tiempo no son el único beneficio del que disfrutan quienes trabajan para esta empresa. Hace tiempo que sus responsables aplican mano ancha en cuestión de flexibilidad. Sus miembros ya podían tomarse todo el tiempo deseado para vacaciones, porque nadie contabiliza cuántos días pasan dentro y fuera. Como tampoco hay quien imponga normas de vestuario, siempre y cuando se acuda vestido. Ni existen impedimentos estrictos sobre gastos en su política como empresa.
Con este tipo de planteamientos, si los encargados de personal no se preocupan de contratar a la gente adecuada, se corre el riesgo de caer en el caos más absoluto. Pero al mismo tiempo, los ejemplos que aportan grandes compañías del sector tecnológico demuestran que huir de los ambientes autoritarios y ofrecer beneficios a los empleados tiene sus propia recompensa. Así es más fácil atraer y retener el talento. Y, por supuesto, es más sencillo alentar el rendimiento, la innovación y la propia bonanza de la actividad empresarial. No sólo es Netflix. Muchas otros representantes de la industria defienden la implantación de perks.
Microsoft, sin ir más lejos, acaba de actualizar su política sobre la baja de maternidad y paternidad en Estados Unidos, aumentándola hasta las 12 semanas con sueldo incluido, que en el caso de las mujeres que den a luz se sumará a las 8 con las que ya contaban y a otras 2 previas al parto. El gigante del software tecnológico da acceso a ventajas adicionales como suscripciones a gimnasios, clubes sociales, servicio médico a domicilio para los que vivan en Seattle, vacunas contra la gripe, un par de gafas o lentillas gratis al año, donaciones a ONGs, descuentos en productos… Y así podríamos seguir, porque lo ofrecido no es poco.
Amazon se encarga asimismo de los cuidados a mascotas, mientras que la plataforma con carga fotográfica Pinterest permite llevar animales al lugar de trabajo. En el apartado de las curiosidades cabe señalar que Apple hace el guiño de regalar manzanas, jugando con su nombre y con su logo. En la empresa de almacenamiento cloud Dropbox han llegado a celebrar el Whiskey Friday, además de ofrecer cortes de pelo y salas para ensayar música. La red social Facebook que dirige un Mark Zuckerberg camino de ser papá primerizo, financia a sus trabajadoras la congelación de óvulos. Por su parte, IBM ayuda ante problemas de infertilidad y en procesos de adopción.
Y hay más. Automattic, que es el gran nombre detrás del sistema de gestión de contenido WordPress, anima a tomarse meses sabáticos cada cinco años a su cuenta, paga por el hardware y los programas utilizados y premia a quienes cumplen cuatro años en plantilla con un portátil especial, marca WordPress precisamente. La web de alojamientos Airbnb hace gala del espíritu viajero con créditos anuales para que sus empleados conozcan mundo. Aparte, Airbnb costea voluntariados y no hace ascos al teletrabajo, una forma de trabajar que tampoco descartan en AMD. Oracle facilita el lavado de vehículos y las salidas al cine. F5 Networks cubre áreas medioambientales como la carga de coches eléctricos y aparcabicicletas, al menos en Estados Unidos.
Los beneficios que reciben los profesionales del área de la tecnología son bien diversos, como queda patente, y se extienden por unas y otras compañías. Además de las nombradas otras como la empresa de semiconductores Qualcomm, la de procesamiento gráfico Nvidia, las de software Adobe, Oracle y EMC, la de redes Cisco, la de virtualización VMware o las de electrónica Samsung y LG, por poner algunos ejemplos, cuentan con sus propios listados de ventajas para sus miembros. Y es que al final, si los jefes miman a los empleados, éstos se encontrarán a gusto en la oficina, sentirán la compañía como propia y cumplirán más motivados con sus obligaciones.
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