Parece que las autoridades chinas quieren hacer notar que no vale la pena hacer trampa en los exámenes. Por este motivo tomaron medidas drásticas en la entrada de los exámenes universitarios instalando cámaras y tecnología para bloquear los teléfonos móviles.
Como respuesta, los chavales han construido dispositivos para engañar a los vigilantes, pero se están volviendo un poco peligrosos sus métodos.
Según el periódico China Daily, un estudiante de Wuhan, capital de la provincia central china Hubei, utilizó unos auriculares tan pequeños que se le introdujeron en el oído interno y le perforaron el tímpano.
Otro estudiante necesitó cirugía para que le extrajeran también unos auriculares y un dispositivo atado al cuerepo de otro chico explotó, dejándole un agujero sangrante en el abdomen.
Los supervisores de un examen encontraron más de 100 auriculares escondidos en camisetas, carteras y cinturones, según el diario. ¿Propaganda o frenesí tecnológico juvenil?
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