PayTango quiere que olvidemos las tarjetas de crédito y paguemos con nuestra huella dactilar

La biometría permite que diversas partes de nuestro cuerpo nos identifiquen indubitadamente con la evidente mejora que esto supone en materia de seguridad, puesto que una tarjeta de crédito, un pase, una contraseña… pueden ser susceptibles de robo, olvido, pérdida o falsificación, pero la información que puede proporcionar la medición y comprobación de signos identificaríamos corporales resulta prácticamente imposible dejando aparte que obliguemos al “titular” del cuerpo a identificarse.

La retina, las ondas sonoras producidas por la voz o simplemente la lectura de la huella dactilar permiten identificar individualizadamente a cada sujeto y ahí es donde entra el trabajo de PayTango a fin de garantizar la seguridad en transacciones electrónicas. Bastará poner el dedo en un sensor biométrico para que certifique nuestra identidad y con ello podamos aprobar la operación.

PayTango procede del trabajo de cuatro graduados de la prestigiosa Universidad Carnegie-Mellon, especialistas en interacción entre personas y máquinas y en sistemas de información. Sus prototipos iniciales se desarrollaron en poco más de dos meses con un presupuesto inferior a $2.000 y permitieron que se instalarán estos sistemas de pago en tres distintas ubicaciones del campus universitario, facilitando así los pagos al conectarse sin ningún problema a los sistemas existentes de los cajeros.

Ahora están ampliando la presencia al resto de instalaciones del campus así como otras ubicaciones como gimnasios… y a partir de ahí el mundo es el límite.

vINQulo

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