Pax Romana
La lucha por el poder del Senado de Roma llega al PC. Conviértete en el
último César.
Últimamente el género de estrategia en tiempo real es sin duda de los
mas prolíficos dentro del mundo de los videojuegos. Hemos tenido el
control de todo tipo de ejércitos, de la economía de naciones y del
desarrollo de todo tipo de empresas, pero este título nos propone añadir
algo más a todo esto. En esta ocasión, a pesar de contar con la opción
de centrarnos solamente en el plano militar, nuestra principal labor
será la estrategia política. No es que desaparezcan los factores
militares o económicos del juego sino que éstos son de menor importancia
con respecto a la diplomacia. Y es que nuestra principal labor será
hacer medrar a nuestra facción política, dentro de las seis que hay en
el juego, para llegar a controlar el Senado de Roma y todo el Imperio.
Para ello utilizaremos toda clase de argucias, desde sobornos a asesinatos
pasando por provocar revueltas para hacer que nuestros planes salgan
adelante. Esta escalada por el poder debe ser muy cuidadosa porque
mientras nuestra facción se hace fuerte deberemos tener en cuenta la
estabilidad de Roma y el grado de aceptación de nuestras decisiones
entre su pueblo. En los planos económico y militar también tendremos
gran variedad de opciones, pero siempre desde la perspectiva de un gran
senador romano. Esto quiere decir que decidiremos los movimientos de
tropas, e incluso la estrategia a usar, pero no seremos testigos de la
batalla en sí, sólo del resultado.
Variedad y complejidad
La verdad es que la variedad que nos ofrece Pax Romana en todos los aspectos
es realmente abrumadora: 40 tipos de unidades militares, 20 grupos
étnicos y 100 naciones en las 400 regiones que componen el mapa de
juego. Todo ello como ingredientes y escenario de las seis campañas del
juego en las que se recorrerá la historia de la república romana desde
el 272 AC hasta la creación del Imperio. Para representar esto se ha
optado por un entorno gráfico en 2D que resulta correcto y vistoso
aunque demasiado simple. Por su parte, el sonido cumple a la perfección
su papel y cabe destacar una BSO muy apropiada para la temática.
Pero toda esta sencillez técnica cambia radicalmente cuando hablamos de
la interfaz de control y del desarrollo de las partidas donde
encontramos una gran complejidad. Por este motivo, será indispensable
completar todos los tutoriales del juego antes de meternos en las
campañas del mismo. Así, si a la multitud de factores que tenemos que
tener en cuenta le sumamos estos problemas de manejo, tenemos una
notable merma de la jugabilidad del título. La verdad es que el juego
cuenta con interesantes ideas y novedades dentro del género de la
estrategia pero, por desgracia, se quedan en eso, en ideas, ya que el
monótono desarrollo y la complejidad del interfaz le hacen perder
bastantes enteros.
Faustino Pérez