Palm no sabe cómo recuperar el terreno perdido
Hubo un tiempo en el que hablar de agendas electrónicas personales
significaba tener que mencionar, por fuerza, a la compañía puntera:
Palm. Sin embargo, desde hace tiempo, los
embites de la competencia le fueron comiendo poco a poco el terreno.
De hecho, los teléfonos inteligentes de Palm (la marca Treo) tienen que hacer
ahora frente al empuje de Nokia,
Motorola e incluso el futuro iPhone,
mientras que en el ámbito empresarial han sucumbido al dominio indiscutible del
BlackBerry que puso en el mercado la firma
RIM.
Para recuperar el terreno perdido (difícil tarea), la compañía estadounidense
se está planteando diversas posibilidades, según recogió en su edición de ayer
el diario financiero The Wall Street Journal.
Entre ellas contempla una venta, una toma de participación por un fondo de
inversiones e incluso una adquisición.
Al parecer, el banco de inversiones Morgan Stanley está trabajando con la
compañía para ver cuál es su mejor opción. Los rumores en torno a Palm se han
multiplicado en los últimos meses, pues su escaso valor bursátil (menos de 2.000
millones de dólares) respecto a competidoras como Motorola (45.000) o Nokia
(84.000) la convierte en un atractivo objeto de compra.
En el segundo trimestre de su ejercicio 2006-2007 (de septiembre
a noviembre pasados), el beneficio neto de Palm cayó un 95% y sus ventas, un
12%. No obstante, el grupo anunció que tenía 500 millones de dólares en efectivo
y mencionó la posibilidad de comprar otra empresa.