El padrino de la inteligencia artificial advierte de los peligros de ChatGPT
Geoffrey Hinton dejó Google hace unos días. Ahora habla sobre los riesgos que la IA generativa puede representar para la sociedad.
Una carta firmada por eminentes figuras de la industria tecnológica alertaba hace unas semanas sobre los peligros de la inteligencia artificial y pedía paralizar su desarrollo por un intervalo de seis meses.
Ahora, a estas voces se les ha unido Geoffrey Hinton, considerado como el ‘padrino’ de la IA. Este experto ha advertido en una entrevista con The News York Times de los riesgos que implican los productos de IA generativa, como ChatGPT de OpenAI, Bard de Google y otros.
Hinton sabe de lo que habla. Fue responsable de la creación de la tecnología de redes neuronales que las empresas utilizan para entrenar productos de inteligencia artificial, como ChatGPT.
En 2012, junto a dos alumnos, Ilya Sutskever y Alex Krishevsky, creo una red neuronal que podía analizar miles de fotos y aprender a identificar objetos comunes. Resulta que Sutskever es desde 2018 el científico jefe de OpenAI.
Google se hizo con la compañía de este gurú y sus dos alumnos, adquiriéndola por 44 millones de dólares. Así que Hinton había estado desde entonces, durante más de una década, perfeccionando productos de IA en Mountain View.
Mientras trabajaba en Google el padrino de la IA no dio su opinión, pero ahora que está fuera de la compañía sí que ha hablado libremente.
Los temores de Hinton
Hinton considera que los gigantes TIC han entrado en una especie de carrera armamentística con la IA que podría resultar imposible de detener. Además, le inquieta enormemente que la gente normal y corriente va a encontrar muchas dificultades para saber qué es verdad, ya que las fotos, vídeos y textos generativos de los productos de IA inundan la web.
A Hinton también le preocupa que la IA reemplace a los humanos en tareas que puedan resultar algo repetitivas y, más adelante, que esta pueda generar y ejecutar su propio código.
“La mayoría de la gente pensó el momento en el que estas cosas podrían volverse más inteligentes que las personas estaba muy lejos . Yo también pensé que estaba muy lejos. Creía que faltaban entre 30 y 50 años o incluso más. Obviamente, ya no creo eso”, apostilla.
Hinton tiene la esperanza de que las empresas de tecnología actúan de manera responsable y eviten que la IA se vuelva incontrolable, aunque es consciente de que es más fácil decirlo que hacerlo porque muchas compañías están trabajando en estas tecnologías a puerta cerrada.