Según el Telegraph, los estudiantes de Oxford disponen de Internet gratis como parte de sus tarifas de residencia, pero la Universidad se reserva el derecho de prohibir sitios y servicios que no tengan “valor educativo”.
Eso ha permitido que cierren el acceso a Spotify, un servicio que sigue triunfando allí donde se lanza y que ha causado problemas de congestión en la infraestructura de la Universidad de Oxford. Skype y World of Warcraft también han sido baneados de esta red.