Orwell regresa al Kindle pero ¿qué ocurre con el DRM del dispositivo?
Ya conocéis el caso. Técnicos de Amazon, supuestamente por problemas de derechos de autor, entraron en los lectores electrónicos de miles de usuarios y sin previo aviso, hicieron desaparecer junto a las anotaciones de los usuarios, las novelas de Orwell, 1984 y Rebelión en la granja que habían sido adquiridas y pagadas religiosamente.
Más allá del borrado de determinados libros -curiosamente 1984 retrata una sociedad totalitarista, término usado actualmente como crítica de las técnicas modernas de vigilancia y control- el hecho de que Amazon pueda entrar “como Pedro por su casa” en propiedades ajenas y decida los libros que puedes o no leer gracias al control absoluto que tiene del dispositivo con la inclusión de un sistema de restricciones digitales (DRM) y a la distribución de contenidos vía “nube” desde los servidores de Amazon, que caldeó los ánimos en la Red y el suceso se convirtió en un gran escándalo.
Publicidad muy negativa para Amazon y el Kindle, que la compañía pretende parar restituyendo las novelas de dónde nunca debieron salir y con una disculpa personal de Jeff Bezos que lo dice todo: “borrar los libros de los Kindles para atender el asunto de los derechos autorales representó una decisión estúpida, irreflexiva y dolorosamente ajena a nuestros principios”.
Sin embargo, y a pesar de la rectificación de Amazon, el caso llegará a los tribunales tras la demanda de un estudiante de 17 años. Una demanda que podría adquirir el carácter de una querella de interés colectivo, y que además de una indemnización no especificada exige la prohibición del futuro borrado de textos. Una garantía muy necesaria para que el control del dispositivo esté en manos del usuario y no de la compañía y que pasa necesariamente por la retirada del DRM.