Orizon identifica tres factores clave a tener en cuenta durante el desarrollo de los cuatro ámbitos críticos que conllevan las migraciones financieras.
La empresa alicantina Orizon identifica los factores clave para afrontar el proceso de integración tecnológica necesaria para las migraciones financieras. La compañía, tras participar en las dos últimas fusiones de entidades bancarias de nuestro país, y con el objetivo de sistematizar las claves para garantizar la capacidad y el servicio tras la integración, nos ofrece un modus operandi para realizar este tipo de procesos.
Desde Orizon apuntan que un proceso de fusión requiere de un entorno de alta exigencia para la tecnología en el que los defectos o taras admitidas hasta el momento ya no se pueden consentir. En estos contextos, tal y como apuntan desde la compañía, hay que garantizar que los sistemas de destino estén preparados para admitir la migración, que estén dimensionados para soportar la carga de información origen y cuentan con la capacidad necesaria para procesar con normalidad toda la operativa a partir del día posterior a la migración (D+1).
Por estos motivos, Orizon señala que para cumplir correctamente el objetivo se deben tener en cuenta los siguientes factores clave:
Orizon insiste en que, para actuar sobre estos tres factores mencionados anteriormente, implica desarrollar actuaciones en cuatro ámbitos, todos ellos críticos:
Para comenzar los ámbitos críticos de la migración financiera, Orizon apunta que, respecto a las infraestructuras de destino, el objetivo es determinar en qué medida es necesario incrementar la capacidad para absorber sin incidentes la nueva volumetría y en qué áreas concretas de la infraestructura es necesaria una ampliación.
Respecto a los activos de software, desde la compañía continúan explicando que resulta fundamental comprobar si existen limitaciones, de haberlas, se deben determinar las adaptaciones necesarias para asegurar su funcionamiento correcto y más eficiente una vez que entre en producción tras la integración.
En cuanto al procesamiento Batch (mainframe), desde Orizon explican que, una vez garantizada la disponibilidad de la capacidad de procesamiento adecuada, el objetivo es determinar cómo pueden verse afectados con la nueva volumetría los Acuerdos de Nivel de Servicio (ANS), uno de los indicadores clave para la mejora continua del rendimiento, acometiendo las acciones de optimización que sean requeridas para asegurar el cumplimientos de las mismas.
Por último, el Procesamiento online, tras el D+1 y tal y como señalan desde la compañía alicantina, lo fundamental es asegurar que no se produzcan problemas para atender los picos de demanda del transaccional. Para ello se requiere un conocimiento detallado y revisar las operativas de negocio que más se ejecutan teniendo en cuenta dos KPIs fundamentales para el negocio y que influyen en la cuenta de resultados:
En palabras de Ángel Pineda, CEO de Orizon: “los procesos de fusión, si bien es cierto que son un desafío, también son una oportunidad para demostrar las enormes ventajas que genera la adopción de un estándar de mejora continua del rendimiento. En rendimiento descubre lo que va mal y las oportunidades de negocio que se pierden y los costes innecesarios que se asumen y que muchas veces, sin el estrés que provoca un proceso de integración, pasa desapercibido”.
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