Orizon: “Ya no hay ni una sola persona que pueda defender que con cloud se ahorra dinero”

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Orizon lprevé cerrar este ejercicio con unas ventas en torno a los seis millones de euros, lo que implicaría duplicar las obtenidas en 2022, y situar su EBITDA en un 25% sobre sus ingresos, frente al 19% anterior.

Costes ocultos y una mayor complejidad que es difícil gestionar y más aún controlar. Así es la realidad que la migración a la nube esconde, según la tecnológica española Orizon.

Una realidad en la que, como afirma Ángel Pineda, CEO de la firma, “los que hasta hace poco se sentían menos por no haber adoptado aún cloud, ahora se muestran incluso aliviados de no haberlo hecho”.

Y es que, según el último informe anual hecho público por Orizon, realizado a partir del muestreo de una veintena de grandes empresas de los sectores de banca, seguros y utilities, las grandes organizaciones asumen sobrecostes imprevistos de en torno al 45% en sus presupuestos tecnológicos destinados a la migración a la “nube” debido a la ausencia de una política real de gestión del rendimiento de sus infraestructuras.

Costes ocultos

Los costes ocultos de los servicios cloud como, por ejemplo, los asociados al procesamiento de picos inesperados y la mayor complejidad de este entorno, que exige perfiles profesionales muy especializados y escasos en el mercado, son las causas más comunes que explican esta situación.

Además, según el mismo informe, cerca del 80% de las organizaciones afirma no haber alcanzado los objetivos que se habían marcado en su migración a la nube. La totalidad de las organizaciones argumenta como causa fundamental de esta percepción el escenario de “enorme complejidad” que implica cloud.

Esto hace que aproximadamente el 70% de las organizaciones admite que únicamente realiza una gestión reactiva del cloud cuando aparecen problemas que afectan a la operativa, frente a una proactiva y constante. Igualmente, un porcentaje similar de organizaciones reconoce que la nube ha elevado la complejidad en el desarrollo de nuevas aplicaciones para el negocio y están replanteando sus estrategias de plazos y objetivos en este entorno.

“Ya no hay ni una sola persona que pueda ni argumentar ni defender que con cloud se ahorra dinero. Cloud exige, más que nunca, un control de costes y ni el mercado está preparado ni hay soluciones para ello”, afirma Pineda.

En ese sentido, añade el CEO de Orizon, “las soluciones de monitorización tradicionales no son capaces de ofrecer una visión completa; se limitan a detectarlos y emitir centenares de avisos y alertas, pero no identifican, analizan, correlacionan y resuelven los problemas. Sí, te avisan de que algo no va bien pero se quedan ahí. La calidad del software es realmente baja”.

Ángel Pineda y José Manuel Desco, de Orizon.

Algo que ha recalcado José Manuel Desco, director general de Orizon: “Hoy en día, dos son las tendencias más importantes al hablar de cloud computing: trazabilidad y observabilidad. Vale, hay soluciones para observar que te dan 16.000 alertas de que algo no está funcionando como debería pero se ya está, no te dicen qué puedes hacer para solventarlo o mejorarlo. Y en cuanto a la trazabilidad, la situación no es mejor porque estamos hablando de arquitecturas cloud cada vez más complejas, con 18 capas, 300 piezas, decenas de servicios asociados… Y a esto hay que sumarle el hecho de que no hay profesionales con la formación necesaria para gestionar y controlar toda esta infraestructura”.

Una oportunidad de negocio

Un caldo de cultivo que, si bien es algo desalentador, no deja de ofrecer una gran oportunidad de negocio para Orizon y su tecnología BOA para la mejora continua del rendimiento tecnológico de las grandes organizaciones, desde los grandes sistemas centrales (mainframe) a los entornos cloud e híbridos.

Por ello, la compañía ya anuncia que prevé cerrar este ejercicio con unas ventas en torno a los seis millones de euros, lo que implicaría duplicar las obtenidas en 2022, y situar su EBITDA en un 25% sobre sus ingresos, frente al 19% anterior.

“Es cierto que aún tenemos una gran trabajo por hacer; el mensaje no llega a calar”, explica Ángel Pineda.

Y precisamente para lograrlo, la compañía presentaba hace apenas poco más de dos meses, la nueva BOA, la segunda generación de su plataforma, ahora con una arquitectura nativa en cloud y disponible en los principales hiperescalares: AWS, Google Cloud y Microsoft Azure.

“Esta evolución nos permite hacer evaluaciones mucho más rápidas. Por ejemplo, de las tres semanas que tardábamos en evaluar un entorno complejo, con la nueva BOA, en algunos casos, podemos hacerlo en menos de una semana”, explica Pineda.

Un mayor nivel de automatización e inteligencia son otras de las mejoras de la segunda generación de la tecnología de Orizon, resultado de una inversión de 1,8 millones de euros y que ya ha sido respaldada por el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) por su alta capacidad innovadora.

Además de la evolución de BOA, la compañía afronta el futuro con un plan para reforzar su estructura comercial y una nueva estrategia para la creación de equipos de trabajo avanzados basada en la formación interna de los profesionales, como respuesta a la escasez de perfiles cualificados de la que también alerta.

Y todo con un objetivo claro y ambicioso pero en el que creen a pies juntillas: seguir creciendo y alcanzar unas ventas de 30 millones de euros el próximo año. “Nuestro negocio es complejo porque no solo vendemos tecnología; Vendemos verdad y confianza porque ”, afirma ilusionado y convencido José Manuel Desco.

“Tenemos casos de éxito que en seis meses le hemos reducido la factura a un cliente un 50 por ciento”, añade Ángel Pineda y asegura: “Siempre damos lo que hemos prometido”.