Ordenadores como cuenta pendiente de la educación en España
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte resalta que los datos de
nuestro país en recursos informáticos han mejorado sustancialmente en
los últimos años.
España se sitúa entre los tres últimos países de la Organización de
Cooperación al Desarrollo Económico (OCDE) en número de ordenadores por
alumno, según el último informe realizado por esta organización en
centros de Educación Secundaria superior (Bachillerato y Formación
Profesional) de un total de catorce países.
Completar las
bases para una educación a lo largo de la vida, elaborado con datos de
2001, coloca también a España entre los últimos países en desarrollo
profesional en Nuevas Tecnologías, uso de ordenadores con fines
pedagógicos y porcentaje de población entre 20 y 24 años con formación
Secundaria.
No obstante, este análisis entabla a España en la
media de los países analizados (Bélgica, Corea, Dinamarca, España,
Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, México, Noruega, Portugal,
Suecia y Suiza) en cuanto a ratio profesor-alumno, sobre todo en centros
públicos, y ratio de docentes por ordenador.
Mientras, la
lectura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) resalta
que los datos de España en recursos informáticos han mejorado
sustancialmente en los últimos años, con 15,5 puntos por encima de la
media en el año del estudio.
En esta línea, el Ministerio
destaca en un comunicado que el 38 por ciento de los docentes utilizan
aplicaciones informáticas estándar, frente al 47 por ciento de la OCDE,
y que el 11 por ciento de los docentes usa el correo electrónico, frente
a un 21 por ciento de la media del análisis.
En general, el
documento de la OCDE constata que la utilización de las Tecnologías de
la Información y la Comunicación (TIC) en los centros escolares de
Segundaria es decepcionante. Así, once de los países analizados tienen
un número insuficiente de ordenadores por alumnos, lo que supone uno de
los mayores obstáculos para una mejor utilización de las Nuevas
Tecnologías.
Además, sólo uno de cada cinco directores
consultados (370 españoles) subrayaron que los ordenadores se utilizan
ampliamente con fines didácticos o para permitir a los alumnos
trabajar a su propio ritmo. En este sentido, una minoría de docentes del
conjunto de países estudiados usan de forma regular programas
informáticos.