Telefónica ha anunciado recientemente
que ofrecerá, a todos sus clientes de ADSL, un ancho de banda de 3 megas, lo que
está provocando las protestas de muchos de sus competidores.
La última compañía en hacerlo ha sido
Orange ?controlada por France Telecom-, que
se ha quejado formalmente a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones
(CMT) y le ha pedido que paralice, al menos de momento, el proceso de aumento de
la velocidad mínima que está llevando a cabo Telefónica, proceso que se iniciará
a principios de julio y que estará concluido en otoño.
Orange, según recoge el periódico
Expansión, se queja porque considera que
no va a estar en condiciones de migrar, a su vez, a sus clientes de 1 mega
hasta, al menos, el mes de septiembre, debido a deficiencias en las bases de
datos de usuarios que le proporciona Telefónica.
Y es que las primeras comprobaciones de la compañía sobre esas bases de datos
han dado como resultado que existen alrededor de un 20% de clientes cuyos datos
son erróneos, por lo que el proceso de migración podría dejar descontentos a más
de 50.000 usuarios. Orange, consecuentemente, tiene miedo de poder perder todos
esos clientes a favor de la operadora dominante.
Además, Orange señala que Telefónica tiene obligación de comunicar con
antelación este tipo de cambios a las operadoras que comercializan sus servicios
mayoristas y que, en este caso, no lo ha hecho.
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