Operadores, OMV y OTT, una guerra sin claro ganador
El mercado teleco español tiende a la convergencia con la absorción de pequeños y menores jugadores. Una vez consolidado deberá luchar contra los OTT.
La industria de Telecomunicaciones española está compuesta por tres grandes operadores de red propia (Movistar, Vodafone y Orange) y por OMVs (hasta 46) que operan sobre sus redes. Estas últimas son las que mayores índices de satisfacción registran.
Su principal atractivo son las tarifas asequibles. Al operar sobre la red de terceros y pagar sólo por el alquiler, las OMVs pueden permitirse lanzar ofertas muy económicas. El I Estudio de Satisfacción de Clientes de Operadoras Móviles elaborado por Kelisto.es, desveló que las dos compañías más valoradas por los usuarios son Simyo y Pepephone.
En la presentación del informe, Manuel Moreno, redactor jefe del comparador, indicó que la relación calidad-precio es fundamental a la hora de poner nota a una compañía de telefonía móvil. Le siguen la cobertura y la atención al cliente.
Fue en 2006 cuando Bruselas autorizó a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (ahora integrada en el superregulador CNMC) a obligar a los operadores a alquilar sus redes a terceros. Desde entonces y en especial desde 2008 –inicio de la crisis-, los operadores de red propia han visto una constante huida de clientes hacia las OMV, seducidos por las opciones más económicas.
La respuesta de Movistar a la migración masiva fue Fusión. Un paquete todo-en-uno que ofrecía móvil, fijo e Internet a un precio asequible. Desde el lanzamiento de Fusión en octubre de 2012, la competencia (OMVs incluidas) ha imitado el modelo.
Las ofertas convergentes se extienden como la pólvora. Aunque con menos márgenes, las compañías de telecomunicaciones están apostando por la formula todo-en-uno. Los usuarios tienen múltiples opciones (velocidades de conexión, tarifas móviles, contenidos de televisión) y se rigen principalmente por la seducción del precio, aunque cada vez más por los contenidos.
“La consolidación es inevitable”, dijo recientemente el CEO de France Télécom, gigante francés que opera en España a través de su marca Orange. Richard vaticinó entonces que como en otros países europeos, “la consolidación llegará al sector móvil, pero tomará también y la forma de la convergencia entre el fijo y el móvil”.
Los máximos responsables de Vodafone España señalaron en la rueda de prensa que oficializó la compra de Ono por 7.200 millones de euros, que la tendencia es clara. “Vemos que el futuro tiene que ver con las ofertas convergentes”, dijeron.
Con Ono, Vodafone aumenta músculo para ofrecer paquetes completos de fijo, móvil, adsl, fibra y TV. Ono ya ha desplegado su fibra óptica por 7,2 millones de hogares en España, lo que cubre el 50% del territorio español.
Vodafone por su parte llegará a 3 millones de hogares en septiembre de 2015, en el marco del acuerdo con Orange de despliegue conjunto. La teleco redujo su plan con Orange a la mitad tras la compra de Ono.
Movistar, la precursora
En octubre de 2012 Movistar lanzó una novedosa oferta: Fusión. Fue una arriesgada apuesta comercial y un fuerte golpe sobre la mesa. Por primera vez en España se concebían los servicios de telecomunicaciones clásicos paquetizados.
Fuentes de Movistar indican a esta publicación que detectaron la necesidad de una oferta convergente a raíz de una investigación de mercado. “Más del 70% de los consumidores españoles no quería estar pendiente de su consumo, buscaba simplicidad en sus tarifas y, al fin y al cabo, ahorrar en sus tarifas”.
También descubrieron que 8 de cada 10 clientes “considera fundamental tener todos los servicios con el mismo operador”.
Telefónica es fuerte en los negocios de móvil, fijo y banda ancha. También en Televisión con Imagenio y el 22% de participación en Digital Plus. En la actualidad negocia la ampliación de su porción en Digital Plus para extender su oferta de televisión de pago en España.
Desde su lanzamiento la oferta ha evolucionado y mejorado. La compañía anunció en octubre de 2013 que ya tenía 2,5 millones de suscriptores en Fusión. El producto representa un 52% de los clientes de banda ancha fija y un 39% de la base total de clientes de móvil, según datos de octubre.
Pero el descenso del precio de sus productos sumado a la migración de clientes y la situación económica, ha afectado a las cuentas de la compañía, que se resienten. Según su informe anual de 2013, la compañía ingresó 2.000 millones de euros menos que en 2012.
Consolidación del modelo
Lo que se planteó en un inicio como una amenaza ha sido el modelo que han seguido los competidores del gigante teleco español.
Algunos lo han hecho mediante acuerdos. Yoigo tiene una alianza con Movistar para poder ofrecer servicios convergentes. Vodafone y Orange consideraron que el movimiento podría constituir una “restricción de la competencia”, lo que motivó la apertura de un expediente sancionador de la CNMC.
Otros competidores, como las cableras Euskaltel, Telecable y R, gozan de gran fuerza en llevar conexión, pero carecen de músculo móvil, para lo que también han cerrado acuerdos (con Orange la primera y Vodafone las restantes).
La cablera vasca Euskaltel acordó con Vodafone el uso de su red móvil. Después lo hizo con Orange, para poder llevar servicios móviles a sus usuarios. En la actualidad el paquete Osoa de la operadora vasca es la más flexible del mercado. El producto ofrece hasta 5 tipos de tarifas móviles (voz y datos).
“En el caso del móvil la disparidad de tipología de uso es mucho mayor que la que hay en Internet, TV o telefonía fija”, nos indica Koldo Unanue, director de Marketing y Gestión de Clientes en Euskaltel. “Crear uno o dos paquetes cerrados con una o dos tarifas únicas de móvil y obligar a un cliente a ajustarse a ellas no era la idea que considerábamos más atractiva”, sentencia.
El portavoz de la operadora vasca considera que aunque la reducción del precio de los productos afecte a los márgenes, “apostar por esta vía es la mejor inversión”. Su estrategia se centra más en cuidar a los clientes que en atraerlos, sin dejar de lado la captación.
Manteniendo a los usuarios satisfechos se reduce la tasa de bajas, lo que a su vez reduce los gastos de tramitación de una baja. “Hay operadores que consiguen captar muchos clientes pero después los pierden muy rápidos”, señala.
El futuro: ofertas convergentes en un mercado convergente
“Mientras en Europa tengamos más de 80 operadores y en EEUU haya tres grandes, dos en china y dos en Japón” dijo el ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria, en su intervención en el MWC de Barcelona, “lo tenemos más complicado”.
Un mercado con pocos jugadores agilizaría y facilitaría la creación del mercado europeo único de Telecomunicaciones que persigue la comisaria europea para la Agenda Digital, Neelie Kroes.
En España el proceso convergente se ha hecho más evidente con la adquisición de Ono por parte de Vodafone. El mercado español podría ver más operaciones similares en los próximos ejercicios. “Muchos de los operadores de telecomunicaciones con menor escala o menor capacidad financiera pueden tener dificultades en mantener su posición en el largo plazo”, declara Marta Muñoz, analista de IDC.
La firma de análisis no especula sobre posibles adquisiciones de futuro, pero algunas voces ya apuntan a Orange como protagonista del próximo movimiento. La filial española de France Télécom tiene un completo portafolio de ofertas convergentes fijo-móvil y está desplegando fibra junto con Vodafone.
La candidata a ser absorbida por Orange es Jazztel, que acaba de acordar un crédito de 150 millones de euros para financiar su despliegue de fibra. La compañía prevé el despliegue de FTTH en 3 millones de unidades inmobiliarias.
Sin hacer comentarios a este respecto, fuentes de Orange aseguran a Silicon News que la compañía “valorará otras opciones que le permitan acelerar su capacidad para ofrecer acceso de fibra a sus clientes”.
Los terceros en discordia
Alierta arremetió públicamente contra las OTT acusándoles de aprovecharse de los despliegues de compañías como Telefónica.
“Los operadores invertimos más de 60.000 millones en 2013 en Europa, dimos trabajo a 1,5 millones de personas y pagamos impuestos”, declaró el Presidente de Telefónica.
El ejecutivo dijo que las OTT (Over The Top, por sus siglas en inglés), invirtieron 30 millones y crearon empleo para 200.000 personas, sin pagar impuestos. “¿Vamos a digitalizar Europa con 30 millones de euros?” ironizó.
El debate no es nuevo.
Empresas como Viber, Line, Skype y en breve WhatsApp, ofrecen servicios de llamadas y mensajes de texto gratis (o a costes muy reducidos) a través internet. La japonesa Line, con 400 millones de usuarios, ya ofrece la posibilidad de llamar a fijos y móviles a precios reducidos.
Estas empresas no pagan un extra por utilizar las redes que los operadores despliegan y son sin embargo las mayores beneficiarias, con millones de adeptos seducidos por el servicio a bajo coste.
A modo de respuesta los operadores de red lanzaron a mediados de 2012 Joyn, su servicio de mensajería instantánea, que sin embargo no ha terminado de despegar.
Preguntada por su ventaja competitiva frente a los OMV, fuentes de Movistar aluden a la infraestructura propia y la cobertura de servicios que llega donde los competidores no.
Fuentes de Orange indican que su ventaja frente a otros es la red propia fija y móvil que les permite tener un “profundo conocimiento de todos sus componentes”.
La baza del internet de las dos velocidades
Otro de los frentes abiertos de la industria de las telecomunicaciones para luchar contra la competencia de las compañías de internet como Netflix y Google es la norma de Neutralidad de la Red.
Europa ya ha votado en contra de que los proveedores de servicios de internet paguen precios superiores por el acceso a la red a grandes velocidades. La norma tiene que pasar aún por el Parlamento Europeo y por los gobiernos de cada estado miembro, por lo que no hay nada definitivo.
“Desde hace años, las políticas nacionales y las de la competencia en Europa han favorecido claramente al consumidor”, nos indican desde Orange. La solución, según la operadora pasa por buscar “un equilibrio entre el interés del consumidor y el de las empresas que impulsan el desarrollo del sector y apoyan con sus inversiones el desarrollo de la sociedad de la información en España”.
La corte federal de EEUU rechazó en enero de 2014 el principio de neutralidad en Internet, asegurando además que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) se había excedido en su autoridad para regular esta actividad. El tribunal tiró por tierra la posición de la FCC, que aprobó la norma que prohibía el también denominado “internet de dos velocidades”.