Opera, en el momento más delicado de su historia
Opera lucha por sobrevivir. El navegador noruego se enfrenta estos días a la situación más delicada de su corta historia -fue creado hace 15 años- por la fuerza con la que han irrumpido en los mercados en los que juega nuevos actores.
Opera siempre se había defendido bien en el terreno móvil, pero la aparición del iPhone con su propio sistema operativo y la de Android, le ha relegado a un segundo plano.
Algo similar ha ocurrido en el terreno del PC. De ser el cuarto navegador en liza ha pasado a ser el quinto, y gracias, tras la irrupción de Google Chrome.
Esto, junto a la crisis que se vive globalmente, ha puesto a Opera contra las cuerdas, en un momento delicado. Pero en Oslo -donde tiene su sede central la compañía- se muestran tranquilos. Continúan defendiendo su modelo de negocio, pero eso sí, los directivos apuestan por implementar nuevas estrategias.
En este sentido, Opera está dirigiéndose más hacia los operadores de redes móviles que a compañías fabricantes de teléfonos. “Ellos nos necesitan más que los fabricantes”, señala el CEO de Opera, Lars Boilesen.
Y es que los fabricantes se están metiendo también a crear sistemas operativos, aplicaciones… y sus tiendas online amenazan el modelo de negocio de los operadores tradicionales. “El software de Opera puede ayudarles a mantener esos canales de venta directa con los clientes”, establece Boilesen.