Poco conocido para el público en general, Louis Pouzin es una verdadera leyenda del mundo TI. En 1971, el gobierno francés le encargó el diseño de Cyclade, la respuesta francesa a la ARPANET de Estados Unidos.
Más tarde, Pouzin y su equipo crearon el protocolo de datagramas que Vinton Cerf y Robert Kahn utilizaron como base para el protocolo TCP/IP en 1974. En tan sólo unos años, el nuevo estándar de comunicación sería adoptado por la mayor parte de las redes de computadoras de todo el mundo.
El abuelo de Internet
Este ingeniero de 81 años, veterano miembro de la Internet Society (o ISOC, por sus siglas en inglés), está retirado oficialmente, pero todavía quiere influir en el futuro de Internet. Y, en particular, quiere liberar a la Red de redes de la actual dominancia ejercidad por las organizaciones estadounidenses. Con este fin se ha involucrado en el movimiento Alternative DNS Root que, como su nombre indica, ofrece una alternativa al sistema de nombres de dominio (DNS) de raíz que proporciona la ICANN, cuerpo gobernante de Internet.
Aunque Internet se presenta como público, está descentralizado y es independiente a cualquier Estado en sus operaciones diarias, la red permanece bajo el control de la ICANN (algo así como Corporación para la Asignación de Nombres y Números en Internet), una organización estadounidense que ha sido responsable de la vinculación de dominios (nombres) y direcciones IP (números) desde 1996.
Más concretamente, es la ICANN junto a sus muchos afiliados (AFNIC en Francia, Nominet en el Reino Unido, NIC en España) la que controla los servidores raíz de Internet y quien permite que más de dos mil millones de usuarios encuentren su camino entre los millones de servidores de alojamiento de datos que existen en el mundo.
Aunque este año ha suavizado un poco su mano de hierro, la ICANN ha impuesto durante mucho tiempo el código de caracteres americano ASCII a miles de millones de personas que utilizan otros alfabetos de forma nativa (ruso, chino, árabe o indio, por ejemplo). Además, ejerce un modelo de negocio que algunos consideran cuestionable: el alquiler de nombres de dominio.
“La ICANN, con su autoproclamado monopolio, dice que sólo hay un proveedor -Verisign- que opera mediante contrato con el Departamento de Comercio de los Estados Unidos (DOC). Cambiar esto debe ser aprobado primero por la ICANN y, a continuación, por el DOC. En la actualidad hay muchas otras raíces paralelas creadas por otras organizaciones para permitir el acceso a sitios que, por diversas razones, tienen dominios de primer nivel (TLD) que no existen en los servidores raíz de la ICANN”, relata Pouzin en declaraciones a Silicon.fr.
El octogenario no se limita simplemente a denunciar el monopolio y la visión americana-centrista de la ICANN, sino que ofrece un diseño alternativo en colaboración con otros activistas a favor de las DNS alternativas. De hecho, ha creado un sitio web en francés llamado Open Root que proporciona esta alternativa a los servidores de raíz en manos de la ICANN.
Abriendo raíces
“Open Root debe ser independiente de la ICANN, un santuario para aquellos usuarios rechazados por la ICANN o que se oponen a aceptar las condiciones impuestas por la organización. (…) Otro grupo de interés lo componen los ciudadanos de países cuyas lenguas no son compatibles con el sistema de la ICANN”, explica Pouzin.
Pero la iniciativa no parece ser del agrado de AFNIC, la organización responsable de los dominios en Francia. “Damos la bienvenida a cualquier iniciativa que promueva la innovación y la competencia. Sin embargo, es esencial garantizar la singularidad de los nombres de dominio que ya están en uso. Multiplicar las raíces, aunque pueden ofrecer nuevas características en cada caso, es un camino que no queremos tomar”, ha manifestado Julien Naillet, portavoz de AFNIC.
Por su parte, la Internet Architecture Board (IAB) ha emitido una advertencia severa en contra de la creación de raíces alternativas a través de un documento estándar, RFC 2826 (los estándares de Internet se establecen en documentos RFC, esto es, “Request for Comment” o “Solicitud de comentarios”).
Dicha objeción se reduce al problema de la ambigüedad: dado que ciertas extensiones como “.com” o “.biz” podrían acabar duplicadas en diferentes raíces, los usuarios tendrían que saber de antemano qué servidor deben utilizar para buscar determinados sitios web o, de lo contrario, podrían acabar conectados a una página incorrecta. “La implementación de múltiples DNS de raíz públicas plantearía una posibilidad muy factible acerca de que usuarios de diferentes ISPs que hagan clic en el mismo enlace en una página web puedan terminar en diferentes destinos, en contra de la voluntad de los diseñadores de páginas web”, señala concretamente el documento RFC en cuestión.
Problemas para las marcas
El monopolio de los servidores raíz por parte de la ICANN garantiza efectivamente la singularidad de los nombres de dominio. Después de todo, sólo hay una base de datos encargada de asociar un nombre de dominio (como SiliconNews.es) a la dirección IP del servidor que aloja la página web. Pero, ¿es esta unidad realmente un beneficio, o se trata de una ilusión?
Los defensores de sistemas DNS alternativos piensan que la resistencia de la ICANN ante la posibilidad de multiplicar extensiones puede tener más que ver con la cantidad de dinero que el organismo cobra para la creación de nuevos nombres de dominio de manos de las grandes marcas que con otros motivos.
En lo que Pouzin ve como un comercialismo rampante, la ICANN ha permitido por fin la creación de nuevos dominios genéricos (los denominados gTLD) más allá de de la lista habitual de nombres de países y clásicas ampliaciones tipo “.com”. Y está cobrando un alto precio por ello. Cuando el precio de 185.000 dólares fijado para una solicitud se suma al coste anual de 25.000 dólares, al gasto del registro de back-end y al de consultoría, la ICANN concluye que el montante final para quien alquila un nuevo dominio ronda el medio millón de dólares.
Pouzin también es consciente de la dificultad a la que se enfrentan las DNS de raíz alternativas a la hora de dar vida a sitios múltiples con la misma dirección (URL). Y señala que ya hay varios sitios para una palabra como “tube” (tubo), aunque en la práctica una única organización puede alguilar tube.com, tube.net y tube.org como medida defensiva.
“En el marco de las raíces abiertas y en el caso de que existiesen varias .tube, se distinguirían por la raíz seleccionada por el usuario”, expone el sitio Open Root, por lo que navegar por la web se convierte en una actividad en la que los internautas tienen que prestar más atención y asumir más control sobre lo que hacen.
Lejos de aplacar los ánimos de Pouzin, la llegada de los nuevos gTLD, que ofrecen más variedad de dominios en la red, sólo ha hecho aumentar sus ansias por una alternativa real. En su opinión, los gTLD podrían suponer el aliciente necesario para empujar a los propietarios de marcas hacia las raíces abiertas, tal vez incluso abandonando la ICANN. “Esta nueva política está lejos de ser bien recibida por los propietarios de marcas, que están preocupados por una previsible explosión de casos conflictivos y prácticas maliciosas”, se puede leer también en la web de Open Root. “Sin embargo, la ICANN ignoró sus advertencias. Debido a los costos excesivos para alquilar dominios TLD y los retrasos en los registros que alcanzan varios años, es previsible que las raíces abiertas se convierten en un atractivo para las organizaciones comerciales, como complemento o en forma de sustituto de la raíz de la ICANN”.
¿Qué tan probable es que esto suceda? Pouzin es optimista, pero los diferentes proyectos de DNS alternativas cuentan con muy pocos usuarios reales. El ingeniero del país vecino admite, además, que open Roots no tiene el respaldo de las organizaciones comerciales. Otro proyecto alemán, también bautizado como Open Root, fue clausurado hace cinco años.
La alternativa más conocida es AlterNIC, que lleva funcionando desde finales de la década de los 90 y que planteó un verdadero desafío a las estructuras “ad hoc” que por aquel entonces gestionaban los dominios de primer nivel. En la práctica AlterNIC se erigió como una alternativa de bajo coste frente a InterNIC, vendiendo dominios dentro de su propio conjunto de TLDs que incluían “.biz” y “.usa”.
Pero su fundador, Eugene Kashpureff, cruzó el límite cuando en 1997 secuestró los servidores de InterNIC y dirigió su tráfico a AlterNIC. Su rival cerró puertas en 1998, y su existencia fue una de las principales razones para la fundación de ICANN, que colocó la gobernanza de Internet en la estable situación actual.
A pesar de todo esto, el movimiento Alternative DNS persiste. Uno de sus integrantes, Cesidian, sostiene vínculos internacionales y 84 dominios de nivel superior, y también resuelve otras DNS de raíz alternativas.
Le guste o no la idea a la ICANN, es obvio que este movimiento empeñado en criticar su monopolio sobre los dominios de nivel superior sigue estando vigente. Y ahora cuenta con un auténtico pionero de Internet entre sus partidarios.
A continuación, la entrevista que nuestros compañeros de Silicon France han realizado a Louis Pouzin (en francés):
Euro Story: Cada semana, NetMediaEurope publicará una historia seleccionada de toda su red de sitios europeos. Este artículo fue escrito originalmente por Jérôme Bouteiller, de Silicon France.
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