ONO rescindirá el contrato del 30 por ciento de su plantilla mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Esta medida permitirá que la empresa prescinda de 1.300 empleados para poder hacer frente a crisis financiera, del total de 4.300 trabajadores con los que cuenta la firma.
ONO ha justificado estas medidas para conseguir un incremento en la calidad del servicio a sus clientes y un ahorro en gastos.
La compañía ha explicado que “sus esfuerzos por mantener el empleo durante el 2007 no han sido suficientes” y por eso se han visto obligados a tomar esta “dolorosa” medida, según confirman fuentes de la operadora a Europa Press.
Por su parte, el sindicato CCOO ha calificado de “insulto” la estrategia seguida por la operadora y atribuye los despidos a su “incompetencia y la incapacidad en la gestión empresarial”, en declaraciones a Efe que recoge El Ecodiario.
De este modo, Ono se convierte en en la cuarta compañía de telefonía que reduce su plantilla en los últimos meses, después de los EREs presentados por Telefónica y Orange.
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