ONO acaba de hacer públicos sus resultados para el tiempo comprendido entre enero y septiembre de 2008, período en el que según defienden han consolidado su liderazgo como proveedor de servicios triple play.
La compañía acumula 20 millones de euros de beneficio neto acumulado, aunque acusa durante el Q3 los efectos de la crisis económica. La operadora presenta una pérdida neta de un millón de euros en este período.
La crisis, por tanto, pasa factura a la empresa. ”Durante el tercer trimestre hemos visto un mayor impacto de la crisis en nuestro sector, en general, y en ONO, en particular”, explicó el consejero delegado de la compañía, Richard Alden.
Ante esta situación, ONO ha reorganizado la gestión de su negocio para mantenerse en un nivel positivo. En esta nueva estrategia, la firma ha negociado una mayor financiación por el sector bancario, ha introducido un nuevo modelo comercial y ha reducido su plantilla.
Éste es el aspecto más polémico de la nueva estrategia de la firma. Desde mediados de mes, los trabajadores de la compañía están organizando una serie de paros parciales y concentraciones, que culminarán con una huelga de 24 horas los próximos 2 y 9 de diciembre y con los que intentarán convencer a la cúpula de la empresa del error de esta decisión.
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