El operador de telecomunicaciones Ono cerró el tercer trimestre con unas
pérdidas de 19,8 millones de euros, lo que supone una reducción del 60
por ciento sobre la situación de hace un año, y con unos ingresos de 92
millones de euros, un 46 por ciento más que en el tercer trimestre de
2002.
Asimismo, el resultado operativo bruto (EBITDA) creció un
21 por ciento respecto a la situación del año anterior, con 28 millones
de euros. Por su parte, el número de clientes de banda ancha alcanzó los
167.757, un 8 por ciento más que en el segundo trimestre del año
anterior.
Junto a esto, Ono finalizó el tercer trimestre con
556.000 clientes residenciales, un 3 por ciento más que el trimestre
anterior y 12.000 empresariales, con un 8 por ciento más. Mientras, los
ingresos medios por clientes subieron de 49,7 euros al mes del tercer
trimestre del año anterior a 51,6 de este año, al tiempo que los gastos
de explotación se mantuvieron estables en 41 millones de euros.
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