La pandemia de coronavirus ha modificado los hábitos de cientos de millones de personas en todo el mundo. Pero, ¿se mantendrán ciertas tendencias una vez atenuada la crisis sanitaria? El teletrabajo se ha impuesto como solución para mantener el distanciamiento social… ¿seguirá siendo una solución profusamente utilizada en el futuro? ¿A qué desafíos se enfrentan las empresas?
El informe The New Workplace: Re-imagining Work After 2020 de Okta sondea las impresiones de los trabajadores europeos y concluye que el trabajo en remoto está mejorando sus vidas: se reducen los viajes y las distracciones y se facilita la conciliación laboral y familiar. Además, también se incrementa la productividad.
El nivel de productividad en las horas de trabajo habría mejorado para un 71 % de franceses, un 68 % de los holandeses, un 66 % de los alemanes y un 64 % de los británicos, aunque tradicionalmente se pensaba que la falta de supervisión podía reducir el esfuerzo. Ahora la impresión es otra. Un 62 % de los alemanes dice que está trabajando porque dispone de más tiempo y el 54 % de los consultados en Países Bajos asegura que se distrae menos en casa que en la oficina.
Eso sí, entre un 20 y un 30 % de los trabajadores vio cómo su productividad mermaba nada más adoptar la opción del teletrabajo, sobre todo porque no contaban con el equipamiento necesario. Cabe señalar que muchos de los trabajadores del continente (59 % en Francia y Alemania, 55 % en Reino Unido y 48 % en los Países Bajos) nunca habían tenido la oportunidad de trabajar a distancia.
Sobre la seguridad, menos de un tercio confía completamente en las soluciones aportadas por sus empresas para protegerlos de ciberataques. Y eso que con la pandemia se han incrementado los intentos de phishing y los ataques DDoS y vía ransomware.
De cara a los próximos meses, el estudio de Okta da a entender que el teletrabajo saldrá reforzado de esta crisis. Son minoría los trabajadores que quieren volver a tiempo completo a la oficina, a pesar de que echan en falta las conversaciones con los compañeros, las reuniones personales y extras como la comida y la bebida gratis en el centro de trabajo o las clases de fitness que ofrecen algunas empresas. Y son mayoría los que esperan un arreglo flexible para poder hacer tareas desde casa a tiempo parcial.
“Por muy desafiante que sea el futuro una cosa está clara: nunca vamos a volver a la normalidad tal y como la conocemos, sobre todo en lo que se refiere a la forma de trabajar”, opina Jesper Frederiksen, General Manager de Okta para la región EMEA. “Una fuerza de trabajo más ágil y flexible es el futuro y traerá consigo grandes beneficios desde una perspectiva cultural y económica”.
“Las empresas deberían considerar la introducción de un sistema combinado dinámico de trabajo en la oficina y a distancia”, aconseja Frederiksen, “lo que significa que pueden reevaluar el espacio de oficina tradicional y al mismo tiempo proporcionar a los empleados beneficios similares, flexibilidad y entornos de trabajo en el lugar que mejor se adapte a sus necesidades”.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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