OKI Data Corporation ha anunciado una reducción de la huella de carbono en sus instalaciones europeas, situadas en el Reino Unido. Lo ha conseguido gracias a la optimización del consumo energético de esta gran infraestructura, algo que, según la propia compañía, supone una reducción de las emisiones de CO2 del 17%, lo que equivale a dejar de emitir 315 toneladas de CO2.
Para ello, implantó en 2008 una estrategia medioambiental cuyo objetivo era reducir en un 6% las emisiones para el año 2012, algo que se ha visto mejorado notablemente un año antes de lo previsto. La optimización del consumo energético se ha llevado a cabo en diversas áreas.
Es el caso de la instalación de interruptores generales en la nave de producción que permiten apagar las luces y el aire acondicionado de forma simultánea, dejando de forma independiente otros lugares concretos del almacén. También se integraron las funciones del servidor lo que permitió reducir a la mitad el número de máquinas en su centro de datos.
Por último, otro detalle peculiar es que se instalaron en las dependencias dispositivos de refrigeración que controlan la temperatura basándose en la temperatura de los alimentos y no del aire.
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