Office 2013, ¿lo táctil en detrimento de la usabilidad?
La adaptación al uso táctil de la archiconocida suite de Microsoft, dará mucho de que hablar. El reto: lograr una herramienta competitiva sin que lo táctil simplifique demasiado sus características.
La suite ofimática de Microsoft, Office, fue creada desde un principio para dispositivos con teclado y ratón. Su popularidad se ha mantenido desde que apareciera en 1989 en un Mac y en 1990 en el ecosistema Windows.
Y ya son 1.000 millones los usuarios a nivel planetario que utilizan Office.
Pero obligados por el cambio de paradigma en la industria TIC –que pasa por la popularidad y expansión de dispositivos táctiles como smartphones y tablets- los de Redmond han adaptado su popular suite al uso táctil.
Y se perfila como un importante reto: crear una herramienta táctil que ofrezca las mismas prestaciones a las que se ha acostumbrado al usuario, sin que ello afecte a la usabilidad.
Y parece más que probable que en el marco del nuevo diseño de Office –tan influenciado por el ecosistema Metro-, la adaptación de las aplicaciones de la suite a este nuevo entorno sea muy complicada.
Por un lado se estima que el Office táctil no será tan cómodo como el Office convencional; se da por hecho que su adaptación a Metro conllevará algunos sacrificios. Una de dos: o bien se simplifica tanto (para facilitar su uso táctil) que pierde la funcionalidad de versiones anteriores, o bien se mantiene la complejidad de las herramientas en detrimento de su usabilidad.
Esta adaptación será muy probablemente el principal dolor de cabeza para los de Redmond.