Ya era hora de que este portátil de 83 euros, del que se ya se habló hace tiempo, viera por fin la luz. Por lo menos, en forma de prototipo salido de los laboratorios del Massachusetts Institute of Technology, y nada más y nada menos que en color verde verde superverde lima (siempre un plus). Tiene el tamaño de un libro de texto y no necesita electricidad: se le puede dar cuerda con una manivela y hala, a funcionar se ha dicho. Ya sé que es tan lento como un caracol cojo, ya sé que tiene una pantalla de un reproductor de DVD reciclado que se puede ver en color o en blanco y negro, y ya sé que probablemente terminen en algún almacén para ser revendidos de contrabando por algún burócrata corrupto, pero oye, hay que mantener la esperanza y para jugar al Solitario, qué más quieres. Seguro que esto alivia el malestar de cualquier chaval luchando por su vida en cualquier favela de Río de Janeiro. Mira, mira cómo sonríen los de la foto. Hala, toma buena noticia tecnológica del día. Y los del MIT, anchos que se han quedado.
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