Obama sigue sin poner cara a su CTO
Barack Obama será el primer presidente de Estados Unidos en un completo índice de listas. Entre las novedades pioneras que el demócrata llevará a la gestión del país se encuentra el nombramiento de un máximo responsable tecnológico, un CTO (chief technology officer) estatal que regulará el sector y velará porque se cumplan las promesas del candidato electo en esta materia.
En plena cuenta atrás para la investidura del nuevo presidente, que se realizará el próximo 20 de enero en Washington, los nombres de su equipo de Gobierno empiezan a salir a la luz pública. Los norteamericanos ya saben quién gestionará su defensa, su energía o su secretaria de Estado, pero aún no conocen el nombre de quién velará por su tecnología.
La proximidad de la toma de posesión ha acelerado no sólo la presión sobre Barack Obama para que tome una decisión, sino también las quinielas y las especulaciones sobre quién será finalmente el elegido.
En el primero de los aspectos, las principales empresas del sector manifiestan su deseo de que se haga público el nombre del elegido. Uno de los máximos responsables de Google, Vint Cerf, destaca que la elección es crucial para la economía norteamericana. “La elección del término CTO, creo, fue muy deliverada y probablemente extiende (el cargo) a un amplio rango de tecnologías más allá que la tecnología de la información”, explica a The Guardian.
Además de la presión de la industria, Obama debe hacer frente a la de la voz pública, organizada en una web participativa en la que dan su propia opinión sobre qué esperan de su CTO.
E, igualmente, el candidato debe asumir el flujo incesante de rumorología sobre quien será el elegido.
Jobs, último CTO
El ultimo en unirse a la lista de candidatos ha sido el CEO de Apple, Steve Jobs, a quien hace relativamente poco se daba por gravemente enfermo. Un blog especializado en información sobre la compañía de la manzana ha lanzado la idea de que Jobs será el próximo CTO.
Esta versión ha convencido a varios medios electrónicos estadounidenses, que han incluido en sus cábalas sobre el futuro de Jobs esta posibilidad. El responsable de Apple se uniría así a la lista de posibles ‘nombrables’ en la que ya están o estuvieron Eric Schmidt, de Google, quien negó su interés en el cargo; Bill Gates, retirado de Microsoft; o Vin Cerf, uno de los apóstoles de internet y miembro de la directiva de Google, entre otros candidatos.