Obama pide a las redes sociales que luchen contra el terrorismo

Quiere que las principales empresas de tecnología colaboren en la prevención de atentados como el tiroteo de la semana pasada en California.

El atentado perpetrado el pasado miércoles en San Bernardino (California), en el que murieron 14 personas, ha llevado al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a modificar su estrategia antiterrorista. Una estrategia en la que tienen mucho que ver las empresas tecnológicas.

Obama pronunció ayer noche un discurso televisado en el que aseveró: “Voy a instar a los dirigentes de las empresas de alta tecnología y de las fuerzas del orden a hacer más difícil para los terroristas utilizar la tecnología para escapar de la justicia”.

Leyendo entre líneas, las palabras del presidente reabren el debate entre privacidad y seguridad, el control de ciertas comunicaciones y la venta de software encriptado.

Actualmente, empresas como Google, Facebook y Twitter tienen políticas para hacer frente, con mayor o menor éxito, a la incitación al odio y la actividad terrorista en sus redes, pero la línea que separa la aceptación de las peticiones del gobierno y la garantía de la privacidad del usuario y la defensa de la libertad de expresión es difícil de perfilar.

Varios ex empleados de estas compañías citados por Reuters señalan que los gigantes de la tecnología están preocupados porque, si el verdadero nivel de su cooperación se conociera, se enfrentarían a críticas por ceder a la presión del gobierno estadounidense y a crecientes demandas de otros países.

El gabinete de Obama tiene previsto reunirse con las empresas de tecnología en los próximos días para desarrollar una “comprensión más clara de cuándo creemos que las redes sociales se están utilizando de forma activa y operativa para promover el terrorismo“, declaró un funcionario de la Casa Blanca. En concreto, Obama quiere abordar la planificación activa de complots terroristas que tienen lugar en las redes sociales. Facebook, Twitter y Google se reunieron el jueves con el primer ministro francés y funcionarios de la Comisión Europea, que hicieron demandas similares, según Reuters.