El estudio concluye que ha aumentado el número de personas que practican el BYOD pero desvela que los empleados no quieren ser responsables si esos dispositivos generan algún problema de seguridad en sus empresas.
El 34 por ciento de los 4.283 profesionales encuestados indicaron que no han realizado actualizaciones a sus dispositivos en los últimos 6 meses, y un 11 por ciento fue más allá y reconoció no haber instalado nunca actualizaciones de seguridad.
En lo referente a la responsabilidad si se produce el robo o la perdida de datos, un 30 por ciento de los empleados encuestados señaló que deberían ser ellos mismos responsables y un 44 por ciento apostó porque la responsabilidad sea compartida a partes iguales con su empresa.
Únicamente el 13 por ciento declaró que la responsabilidad sobre la seguridad de esos dispositivos debe ser de forma exclusiva una obligación de la empresa para la que trabajen, informan en ZDNet.
En ese debate, la Oficina del Comisionado de Información del Reino Unido (ICO) ha recordado que según sus normas las empresas son responsables de las perdidas de datos que puedan originar sus empleados, ya sea en dispositivos personales o del trabajo.
Otro punto interesante del estudio es el que demuestra que casi tres cuartos de los empleados utilizan sus propios dispositivos personales para tareas relacionadas con su trabajo.
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