Si os digo la verdad, estoy hasta las narices de oir hablar de la mecánica cuántica, esa parte de la física que dice que puedes tener dos estados diferentes y estar en dos sitios al mismo tiempo sin haberte tomado cuatro margaritas antes. Y es que cada vez que me levanto, oigo hablar de mecánica cuántica en todas partes: en la radio, en el metro, en el bar de la esquina, la panadera, el taxista, que si mecánica cuántica esto, que si mecánica cuántica aquello, que si mecánica cuántica lo otro… mucha mecánica cuántica, mucho ordenador cuántico y muchas leches cuánticas, pero al final, el pincho de tortilla sigue siendo de huevos y el ordenador, con puertas lógicas binarias y alicatado hasta arriba de nanómetros de silicio. En fin, parece que en la Universidad de Michigan alguien se ha decidido a hacer algo al respecto y han creado un chip que tiene el tamaño de la uña de un bebé (que al parecer debe ser el nuevo estándar internacional en medidas de longitud). Es el primer paso para acercarnos a máquinas con potencia de proceso miles y mileses de veces más rápido que las que usamos hoy en día pero que seguirán sin hacer tortilla.
Researchers Develop Quantum Processor [Reuters]