La nueva cara de Sun Microsystems
Si retrocedemos hasta la era conocida como la burbuja o el ‘boom’ de Internet, allá a finales de los 90, la compañía de Scott McNealy, Sun Microsystems, llegó a situarse como el primer vendedor de servidores. Pero una vez que la burbuja explotó, con el consiguiente cierre de múltiples empresas ‘PuntoCom’, Sun perdió también esa posición hegemónica.
Desde entonces, la rivalidad con los diseños de otros fabricantes PA-RISC como IBM y HP, así como la creciente competencia de servidores basados en chips estándares que saltaban a los 64-bit, hizo que la entidad siguiera perdiendo cuota en el mercado servidor.
No obstante, en los últimos dos años la firma de Scott McNealy ha sabido reinventarse a sí misma, hasta recuperar su posición en servidores (figurando siempre entre los Top5 y en las primeras posiciones Unix), además de cambiar su estatus financiero de pérdidas a beneficios.
Junto al ajuste de costes y la continua inversión en I+D, esta recuperación responde a una estrategia de procesador que no se decanta por la mayor frecuencia de reloj, sino por los múltiples núcleos y la tecnología ‘multi-threading’.
Una apuesta múltiple
El multi-proceso y el ‘multi-threading’ implican el diseño de chips de múltiples núcleos o CPUs y la adopción de hilos o ‘threads’ que permiten a cada núcleo ejecutar diversas tareas de forma simultánea.
En lugar de centrarse por tanto en un procesador que soporta sobre sí mismo cargas muy intensivas de trabajo, Sun reparte esas cargas en tareas más pequeñas para que sean ejecutadas con mayor velocidad.
El máximo exponente de esta estrategia es el procesador UltraSparc, que cuenta con dos versiones. La primera (UltraSparc T1 o Niagara 1) fue presentada a mediados de 2005 y actualmente corre sobre los servidores T1000 y T2000 del fabricante, además de sus diseños ?blade’. El chip cuenta con 8 CPUs, cada una capaz de ejecutar 4 tareas de forma simultánea, por lo que soporta, por ejemplo, 32 instancias de sistema operativo sin recurrir a la virtualización software.
Su sucesor es Niagara II, presentado la semana pasada. El chip suma también 8 núcleos de proceso, pero cada uno puede ejecutar hasta 8 tareas, por lo que duplica así el número de operaciones ejecutadas simultáneamente hasta las 64.
Además de duplicar el rendimiento de los UltraSparc, Niagara II cuenta con otras ventajas como la aceleración de las operaciones de coma flotante, mayor encriptación integrada, controladores de memoria optimizados, o Neptuno, una tecnología de networking para redes 10 Gb Ethernet que aporta al usuario una velocidad de 10 Gbps al utilizarse con las tarjetas y sistemas de red.
De esta forma, Sun no sólo vislumbra Niagara II como un chip de propósito general para la empresa, sino que pretende extender su comercialización a los fabricantes de equipos de telecomunicaciones y de almacenamiento para que lo adopten en sus arrays.
La apuesta de la empresa por ampliar mercado se ve también reflejada en su orientación hacia el ‘open source’. Después de ofrecer su sistema operativo Solaris bajo la fórmula del código fuente abierto (con la licencia CDDL), en febrero del pasado año ‘abrió’ las especificaciones de UltraSparc T1 bajo la licencia GPL v2 -la misma que gobierna Linux- para que cualquiera pueda modificar el diseño del chip y crear otro nuevo a partir de ese diseño; eso sí, con la obligación de publicar los cambios para que un tercero pueda implementarlos. Al igual que sucedió con UltraSparc T1, Sun hará lo propio con Niagara II, ampliando además las especificaciones a manuales y documentación técnica. El objetivo es crear una comunidad de desarrolladores alrededor de T1, con el fin de que aumente el número de sistemas operativos y aplicaciones disponibles sobre la plataforma UltraSparc.
Y es que, mientras IBM o HP han fomentado siempre que sus chips y servidores corran con múltiples sistemas, Sun lo ha tenido más difícil. Pero con la apertura de Solaris y de los UltraSparc ya ha conseguido que estos sistemas sean compatibles con la distribución Linux de Canonical (Ubuntu), y ambas firmas -Sun y Canonical– ofrecen soporte a los usuarios corporativos que utilicen los servidores de Sun.
De Niagara a Rock y x86
En esta evolución, no podemos olvidar otros dos desarrollos de procesador en las filas de Sun: la gama Advanced Product Line (APL) o y el próximo chip conocido como Rock.
APL o Sparc Enterprise Server es un diseño conjunto entre Fujitsu y Sun Microsystems que aterrizó el pasado mes de abril y que ya cuenta con los primeros modelos servidor en el mercado.
Están basados en el procesador de núcleo dual Sparc64 VI diseñado por Fujitsu y en el sistema operativo Solaris, una oferta conjunta que compite directamente con los chips Power de IBM y los equipos Itanium.
Por su parte, Rock representa la evolución de los actuales UltraSparc, y por tanto un refuerzo de la apuesta de Sun por el multi-proceso y la multi-tarea. Este procesador llegará al mercado a partir de la segunda mitad de 2008, e incorporará 16 ‘cores’ o núcleos de proceso frente a los ocho de los UltraSparc.
Finalmente, resaltar que esta recuperación de Sun no habría sido posible cerrando la puerta a los diseños de procesadores x86.
A comienzos de 2005, Sun firmaba un importante acuerdo con AMD para incluir los chips Opteron en su nueva familia de servidores Galaxy. La decisión respondía al avance tecnológico de AMD en ese momento, ya que consiguió adelantarse a Intel en el lanzamiento de procesadores 64-bit y de núcleo dual.
Intel reaccionó entonces rápidamente, y el año pasado se adelantaba presentando los primeros chips estándares de cuatro núcleos, los Xeon ‘quad-core’.
Ante este avance, Sun decidió volver a adoptar chips de Intel en su gama de servidores, algo que anunció en enero de 2007 y materializó en junio con su inclusión en la nueva gama de servidores Blade 6000 Modular System, capaces también de combinar modelos UltraSparc y Opteron.
Con todo, en su último trimestre fiscal finalizado en junio, las ventas de servidores de gama alta de Sun crecieron un 225 por ciento. En ingresos, Sun ha obtenido 3.800 millones de dólares (2.793 millones de euros) y 329 millones (242 millones de euros) de beneficio, cuando en el mismo período del año anterior perdió 301 millones de dólares (221 millones de euros).