La NSA usa apps como Angry Birds o Google Maps para obtener datos

Además de Angry Birds, las aplicaciones con localización -como Facebook, Flickr y Twitter- sirven a la NSA para extraer información personal de los smartphones.

Cualquier método es bueno para la NSA cuando se trata de conseguir los datos que necesita. Según los últimos documentos desvelados por Edward Snowden, la NSA y su homóloga británica GCHQ han estado extrayendo información de teléfonos inteligentes a través de aplicaciones tan populares como Angry Birds o Google Maps, que han resultado ser una “mina de oro” en cuanto a recursos para el espionaje.

Basándose en los datos obtenidos de las llamadas aplicaciones con fugas -sobre todo, Angry Birds, Google Maps y apps fotográficas– y de las apps que cuentan con localización -como Facebook, Flickr, LinkedIn y Twitter-, ambas agencias han recopilado en secreto información personal sobre los usuarios. Edad, libretas de direcciones e incluso su paradero diario son las más llamativas, pero hay muchas más, de acuerdo con los documentos publicados por The Guardian y The New York Times.

Por ejemplo, Rovio, creador del popular juego Angry Birds, ha trabajado con Millennial Media, una compañía con sede en Maryland, para ayudarle a insertar servicios de anuncios que permitan a la aplicación generar perfiles de los usuarios. Eso sí, la compañía finlandesa afirma que recopila datos de sus usuarios con discreción, dejando al margen a los menores de 12 años.

La pregunta, una vez más, es: ¿estaban las empresas creadoras de estas aplicaciones móviles al tanto de la operación? Rovio ha negado tener ningún conocimiento previo de esta actividad en su servicio ni en las redes de publicidad de terceros. Saara Bergström, vicepresidente de Marketing y Comunicaciones de Rovio, declaró a The Guardian: “No tenemos ninguna participación con las organizaciones que usted ha mencionado [NSA y GCHQ]”.

De un modo u otro, el hecho es que gracias a la creceinte aceptación de los teléfonos inteligentes, cada vez fluyen más y más datos fuera de sus dispositivos. Simplemente mediante la actualización de software de Android, un usuario sube cerca de 500 líneas de datos a la red. Si estas aplicaciones están presentes en más de 1.000 millones de dispositivos, la NSA tiene en ellas un tesoro de información para recoger, almacenar y analizar.