La NSA de Estados Unidos tiene acceso al 1,6% de datos de Internet
En un intento por recuperar la confianza de los ciudadanos, la NSA ha publicado un informe que dice que el control de datos es necesario para evitar actos terroristas.
Según un nuevo estudio publicado por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (la NSA por sus siglas Nacional Security Agency) este organismo tiene acceso a nada menos que el 1,6% del total del tráfico de Internet, además de que, tras el escándalo por Edward Snowden, los controles han aumentado.
El gobierno de Barack Obama dio a conocer dos documentos en los que se describe el alcance que las autoridades de Estados Unidos tienen sobre Internet, de manera legal, “para el seguimiento de los metadatos de teléfono y navegación por Internet”, según ha recogido The Verger.
El gobierno del país norteamericano pretende justificar toda la polémica que les rodea desde que Edward Snowden declarara públicamente que grandes empresas de Internet habían ofrecido información de los usuarios al gobierno para su seguimiento, sin informarles. Estos documentos pretenden, entre otros asuntos, mostrar que lo que hacen las autoridades está dentro de la legalidad.
Concretamente, la NSA, dice que puede tener acceso al 1,6% de cerca de los 1.826 petabytes de información que fluyen a través de los servidores de cada día. De ese 1,6 por ciento del tráfico supervisado, la NSA dijo que selecciona un 0,025 para su revisión.
La nota de la Agencia de Seguridad describe que los orígenes de este programa, está en un informe de la Comisión del 11 de septiembre (los atentados contra las Torres Gemelas) y añade que las brechas identificadas en la capacidad de las agencias de inteligencia para recopilar y compartir información podría haber evitado los ataques. La NSA cita un frustrado complot para bombardear el metro de Nueva York en 2009 como un ejemplo de uso de los datos que fluyen por Internet para prevenir ataques terroristas.
Además, la NSA, en su intento por recuperar la confianza de los ciudadanos, dice que “Estados Unidos no está interesado en espiar a la gente común”.