Nortel Networks vive momentos tormentosos. Después de anunciar el recorte de 1.800 puestos de empleo a finales de 2008 y de haberse acogido a la protección por bancarrota en el pasado mes de enero, la empresa canadiense sigue en problemas.
La compañía ha anunciado hoy que eliminará otros 3.200 empleados adicionales, es decir, que no habían sido contemplados en el plan de reestructuración original. Nortel justificó la medida ante el impacto de la crisis económica en sus ingresos.
El presidente y CEO de la empresa, Mike Zafirovski, reconoció que “no hay nada más difícil que notificar a los empleados, ya que Nortel es muy conciente de la carga financiera que generará en sus trabajadores y sus familias”. Sin embargo, aclaró que “el entorno económico sin precedentes” y su impacto en los ingresos obligan a la empresa a tomar “decisiones duras” para lograr “una salida exitosa de la protección frente a los acreedores”.
Por otra parte, la junta directiva de Nortel ha decidido no pagar ningún bono correspondiente al plan anual de incentivos de 2008, según informó en una nota de prensa.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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