Perder terminales parece que se está convirtiendo en una moda: la última en sumarse a la lista de compañías que han perdido un teléfono inteligente ha sido Nokia, que ha visto como un prototipo del N8 llegaba a manos de un bloguero ruso que lo destripó en el ciberespacio sin atender a ninguna exclusividad o secretismo.
El caso recuerda, y mucho, al vivido por Gizmodo y su iPhone 4 encontrado en un bar. Nokia también ha reaccionado al verlo publicado… reclamando lo que le pertenece. La compañía ha contactado con las autoridades rusas, según publica The Wall Street Journal, para conseguir que el terminal vuelva a sus manos.
El bloguero se niega: asegura que sus intentos por contactar con Nokia le llevaron durante meses al fracaso y que él no tiene que respetar ninguna confidencialidad. Y, además, el teléfono no le ha gustado nada. Según el Journal, lo ha tachado de la “desilusión del año”.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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