El diario Helsingin Sonomat ha dado a conocer la noticia, que se achaca a la necesidad de Nokia de lograr financiación para atravesar estos tiempos turbulentos y poder acometer una reestructuración empresarial.
Lo cierto es que Nokia ya comentó en junio sus intenciones de ahorrar costes, pero pocos podían esperar que se llegara a plantear la venta de su edificio estrella, que se ha convertido en todo un símbolo de la compañía.
Por ahora se desconoce si Nokia se decidirá por la venta del edificio o apostará en su lugar por llevar a cabo un leasing, un movimiento por el que pasarían a ser alquiladores en lugar de dueños.
Juha-Pekka Helminen, un directivo que en el pasado llegó a ser el director de Planificación de Estrategias de Nokia, ha cifrado el valor de su sede central en una horquilla entre los 200 y los 300 millones de euros, cantidad que vendría fenomenal a la compañía.
En todo caso, si finalmente Nokia se decanta por una venta tendría que buscar un edificio que sustituyera al actual, así que esa operación tampoco parece que sea de fácil ejecución.
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