El ejecutivo ha dicho que EE.UU. es el mercado clave donde medir el éxito o el fracaso de un dispositivo. Por el momento en Europa no les va mal del todo; el Lumia 800 es el segundo smartphone más vendido en Dinamarca y el tercero en Suecia.
Lo cierto es que la asociación Windows-Nokia tiene que dar aún mucho de sí. En EE.UU. por ejemplo sólo tienen un dispositivo disponible y se prevé que el Windows 8 impulse las ventas y la confianza de los consumidores en el ecosistema Windows Phone para finales de año.
Por el momento parece que Nokia ha hecho una apuesta real y ciega hacia esta asociación, y admite no tener un Plan B en el caso de que fracasara. Algunas voces apuntan a que el plan C, en una situación extrema (son simples especulaciones) sería la compra total de Nokia por parte de Microsoft.
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