Que la finlandesa no pasa por su mejor momento no es ninguna novedad. La alianza con Microsoft no parece haberle sentado tan bien como hubiera esperado y ya no puede presumir de ser el primer vendedor de teléfonos móviles del mundo.
No solo pierde cuota de mercado con respecto a smartphones de gama alta (la gama Lumia está experimentando unas ventas lentas), sino que también lo hace con respecto a dispositivos de gama baja.
Además, la firma ha reconocido que las pérdidas que espera para el segundo trimestre serán mayores de lo esperado inicialmente.
Con este panorama, el gigante ha anunciado que despedirá a 10.000 empleados más en un plazo de dos años, una medida a nivel mundial, sin que se hayan especificado los países a los que afectará. El objetivo: la reducción de gastos operativos (en total unos 3.000 millones de euros).
En total serán 40.000 los puestos eliminados desde que en 2010, Stephen Elop ocupara el asiento de CEO de la firma.
La finlandesa ha dicho que su visión estratégica seguirá centrada en fomentar el negocio de teléfonos inteligentes.
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