No hay empresa para trabajadores improductivos…
¿Productivo o no productivo? Más que un dilema hamletiano para las empresas el ser o no ser de sus empleados se ha convertido en una obsesión. En tiempos de crisis hay que apurar el gasto y convertir el coste en una inversión efectiva, o al menos esa es la filosofía imperante, por lo que cada céntimo invertido en un trabajador se acaba convirtiendo en un elemento clave.
Los empleados son los primeros en resentirse de los procesos de ajuste del gasto y ahora también van a ser los primeros en verse estudiados en profundidad para saber si cada moneda puesta en ellos sirve o no para el futuro de la empresa.
Infosys, la segunda tecnológica india, está pasando por el “escáner” de la productividad a 2.200 de sus trabajadores, más del doble que el año precedente, para saber qué inversión merece o no la pena de entre toda su fuerza laboral, tal y como publica el económico asiático The Economic Times.
Los resultados del año precedente, según recoge el diario, arrojaron unas cifras de 1.000 trabajadores poco efectivos, el 1,5% de la plantilla, siendo 600 de ellos despedidos de la compañía.
Los resultados de este año podrían demostrar, por otra parte, un endurecimiento de los requisitos de rentabilidad: en tiempos de crisis las cosas se vuelven más difíciles y hay que demostrar más la valía.
“Cuando los tiempos eran buenos, la gente sacaba las cosas. Nuestra tolerancia con los no resultados ha caído ahora”, reconoce a la prensa india el director de RRHH, educación, investigación y administración de Infosys, Mohandas Pai.
La compañía aún así no está en una situación tan mala: el escándalo Satyam les ha dado de rebote varios clientes y siguen, como recuerdan, lanzando programas de contratación en las universidades.