Una de las alianzas más esperadas en la industria, la de Acer y ARM, se está haciendo de rogar.
En la IFA, la compañía asiática volvió a aposta por Intel con su Ultrabook Aspire S3 y, también en la feria de Berlín, uno de los responsables de producto declaró que Acer no incluirá procesadores ARM en sus portátiles a corto plazo.
Al menos eso sostiene SlashGear, que añade que la fecha fijada para un cambio de estrategia será la misma que Microsoft elija para el lanzamiento de su nuevo sistema operativo: Windows 8. Cabe recordar que con esta versión los de Redmond apostarán fuerte por las plataformas de NVIDIA, Qualcomm y Texas Instruments, aunque seguirán ofreciendo soporte para procesadores x86 y x64.
Todo esto significa que los rumoreados dispositivos Acer con corazón ARM se retrasarán hasta, por lo menos, mediados o finales del año que viene.
Estos dispositivos serán presumiblemente más baratos y delgados que los actuales, gracias al uso de unos SoC (systems-on-a-cacer armhip) que dominan el mercado de smartphones y tabletas. También se espera una notable potencia y eficiencia energética.
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