Netflix separa su servicio de alquiler de DVD y su negocio de streaming

‘Qwikster’ es el nombre de la spin-off que la compañía americana ha creado con su área de alquiler de DVD y Blu-Ray por correo, completándola con el préstamo de videojuegos.

La compañía americana de vídeo online Netflix ha dado un paso importante para redefinir su estrategia empresarial y hacer crecer a sus dos principales pilares. A partir de ahora el área de alquiler de películas físicas (DVD y Blu-Ray) se constituirá como una firma independiente llamada  ‘Qwikster’ (retomando la denominación original de la compañía).

Esta decisión supone la culminación de un proceso que habría comenzado hace dos meses, cuando Netflix estableció unas nuevas tarifas, separando la parte de alquiler físico de la del streaming por primera vez y cobrando por cada servicio 8 dólares. Entonces muchos especulaban con que este cambio era un indicio del interés de Netflix por deshacerse de su negocio original y centrarse exclusivamente en el mundo online.

El nuevo servicio Qwikster no sólo incluirá la posibilidad de alquilar películas por correo, sino que también permitirá pedir videojuegos de Wii, Xbox 360 y PS3. Además, tendrá su propia web al margen de la de Netflix, qwikster.com.

“Nos hemos dado cuenta de que el streaming y el DVD por correo están llegando a ser dos negocios bastante diferentes, con muchos costes estructurales distintos y costes diferentes que necesitan tratarse convenientemente. Por ello, pensamos que hay que dejar a cada uno crecer y operar de forma independiente”, explica Reed Hastings, CEO de Netflix en un post oficial de la casa.

El mandamás también ha podido perdón precisamente por la modificación de las tarifas realizada hace unos meses. En este sentido, apuntó que la manera de hacerlo fue un fallo y que debería haber “proporcionado una justificación a los clientes”.

Por otro lado, Hastings ha explicado la dificultad de una empresa de tomar decisiones que a la larga puedan afectar a su negocio primignéneo. “Con el tiempo estas empresas se dan cuenta de que no se han centrado suficientemente en los nuevo y entonces luchan desesperadamente, ya sin esperanza de recuperarse”. Para el ejecutivo, las empresas “rara vez mueren por ir demasiado rápido, pero con frecuencia mueren por moverse demasiado lento”.