“No desarrollaremos un Windows Phone, no tiene sentido”. El CEO de Microsoft, Steve Ballmer, ha sido claro como el agua. Su compañía sigue trabajando en su sistema operativo móvil, pero no lanzará su propio teléfono, como ha hecho, por ejemplo, Apple con el iPhone.
Este trabajo en el SO para móviles de la compañía ha dado, como último fruto, Windows Mobile 6.5, recién presentado en Barcelona y que llegará al mercado en otoño de este año.
El sistema de la compañía se enriquece con dos aplicaciones, My Marketplace, una tienda online de aplicaciones, y MyPhone, una suerte de macroagenda recuperable desde cualquier dispositivo.
Ésta será la aportación del gigante del Redmond al mundo móvil, dejando la parte hardware a los doce fabricantes con los que se ha asociado y que lanzarán en los próximos meses teléfonos equipados con la nueva versión del sistema operativo.
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