Las autoridades antimonopolio de Corea del Sur han decidido aplicar una multa ejemplarizante a diez fabricantes de pantallas de cristal líquido (LCD) y transistores de película fina (TFT) de su país y del vecino Taiwán por pactar el precio de los productos. Esto incluye a Samsung, LG, Chimei Innolux y AU Optronics.
La cantidad que deberán abonar asciende a 194.000 millones de won, unos 176 millones de dólares al cambio. O, lo que es lo mismo, la suma más grande jamás impuesta en un caso de denuncia internacional en la región asiática.
La más perjudicada será Samsung que, junto a sus subsidiarias taiwanesas y japonesas, deberá abonar más de 97.000 millones de won.
“Los fabricantes, que controlan una cuota de mercado combinada de más del 80% del mercado mundial de LCD, han perjudicado los intereses de los consumidores nacionales al participar en una conspiración para la fijación de precios y el aumento de las tarifas de los paneles LCD”, sentencia la Comisión de Comercio Justo (FTC) en un comunicado recogido por Reuters.
La investigación ha estado en curso durante cinco años, durante los cuales se ha probado que los acusados celebraban reuniones periódicas para pactar el volumen de producción de unos productos que se utilizan en ordenadores de sobremesa, portátiles y televisores.
La decisión de la FTC llega tras fallos similares de los Estados Unidos y la Unión Europea.
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