Los tribunales alemanes han decidido que los usuarios son los responsables de la seguridad de sus conexiones.
Un músico alemán fue acusado de haber realizado descargas ilegales a través de su red WiFi y tras demostrar que estaba de vacaciones en las fechas en las que se produjeron las descargas, el tribunal afirmó que el punto de acceso debería haber estado protegido a través de una contraseña.
El tribunal ha dicho que los usuarios están obligados a comprobar que su conexión inalámbrica es segura para que personas no autorizadas no abusen de la red y terminen por violar los derechos de autor, que es lo que ha ocurrido en esta ocasión.
Son muchos los que, tras conocerse que el despiste le ha costado 100 euros al ciudadano alemán, han calificado este veredicto como “excéntrico”.
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