Se trata de servicios que logran convencer a los usuarios a través de inocentes sorteos o encuestas. El cliente debe introducir su número de teléfono y confirmar su participación introduciendo el código que le envían a su móvil.
A partir de ese momento el usuario cae en las garras de los servicios de suscripción, y comienza a recibir de forma periódica SMS que cargan en sus cuentas gastos de hasta 30 euros mensuales.
Desde Movistar reconocen que las reclamaciones relacionadas con estos servicios se han disparado en los últimos meses, por lo que han decidido tomar cartas en el asunto. “Haciéndonos eco de dichas reclamaciones y en defensa de los intereses de nuestros clientes, Movistar pretende poner fin a la oleada de servicios Premium que se estaban potenciando desde Internet”, afirman desde Telefónica.
A partir de hoy, estos servicios necesitaran una solicitud de alta firmada por el cliente y una fotocopia de su DNI para poder darle de alta.
“Estamos convencidos de que esta medida supondrá una reducción drástica del numero de reclamaciones y posibles inconvenientes y molestias que nuestros clientes puedan estar sufriendo”, señalan los responsables de Movistar.
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