Móviles UMTS y últimas tecnologías en el Congreso
Los nuevos servicios tienen como fin cubrir las necesidades de una oficina móvil y desarrollar las actividades de los diputados cuando no se encuentren en el Congreso.
El Congreso dotará a los diputados con nuevos teléfonos móviles con tecnología de última generación y que se podrán adaptar de forma progresiva a la red del sistema UMTS, informaron fuentes parlamentarias. Tal y como publicó el periódico “El Mundo”, la Cámara ha sacado a concurso un contrato de 700.000 euros anuales para este fin.
Así, el Congreso adquirirá 450 terminales, con la posibilidad de otros 50 opcionales, destinados a mejorar los medios materiales con los que cuentan los diputados.
Los terminales telefónicos estarán adaptados por el momento a las redes de tecnología GSM y GPRS, pero irán incorporando los servicios de tercera generación (UMTS) cuando sea solicitado por parte del Congreso.
Los nuevos teléfonos permitirán el envío de mensajes multimedia, la inclusión de imágenes y secuencias de audio, así como el acceso a Internet y al correo electrónico. No obstante, sus señorías no podrán utilizarlos en las sesiones.
La Cámara Baja ha aprobado además la compra de 250 ordenadores personales, tanto de mesa como portátiles, y de otras tantas impresoras de los que se beneficiarán los parlamentarios.
La adquisición de ordenadores se engloba dentro del plan de actuación sobre mejora de los sistemas de información en el Congreso, que fue aprobado la pasada legislatura. De hecho, los diputados cuentan con portátiles para el desempeño de su labor desde septiembre de 2001.
Por otra parte, la Mesa del Senado ha aprobado nuevas normas de utilización del sistema informático para el personal que trabaja en la Cámara, las cuales entraron en vigor el pasado 1 de julio.
En ellas, se señala que el acceso a Internet “obedece a fines profesionales” y que su uso personal, al igual que el del correo electrónico particular, “debe restringirse al máximo, sobre todo con la descarga de archivos o ficheros multimedia que por su volumen pueda congestionar la red interna”.
La nueva normativa señala también que “se extremará la precaución en el acceso a páginas Web que por sus características puedan ofrecer peligro de introducción de virus o conexiones telefónicas forzadas” y que “antes de utilizar cualquier información obtenida a través de Internet, se deberá comprobar si la misma está protegida por las leyes de propiedad intelectual o industrial”.