Motorola ha decidido seguir haciéndole la puñeta a Anssi Vanjoki y sacar un teléfono ultra-fino con diseño tipo RAZR o SLVR que, excepto el nombre, no tienen ninguna chorrada característica supérflua como reproductor MP3 o cámara digital. Por no tener, no tiene ni color: el Motofone tiene una pantalla en escala de grises que se puede ver con total nitidez bajo la luz del sol gracias a la tecnología de tinta electrónica de E Ink, similar a la del Sony Reader, aunque espero que sin los mismos problemas de refresco. Una tecnología que consume mucha menos energía y permite que, según Rafael Colorado, el colombiano jefe del proyecto, el teléfono sea el más pequeño y fino que Motorola tendrá en el mercado, con sólo nueve milímetros de espesor. El objetivo, según él, es poder ofrecer un móvil con estilo pero barato y sin tonterías en países como la India con una utilidad única que a muchos les parecerá totalmente absurda: llamar por teléfono. Panda de locos, os digo.
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