El año pasado fue un buen ejercicio para las start ups españolas. Según un estudio elaborado por la fundación Mobile World Capital Barcelona, estas compañías lograron 500 millones de dólares en inversiones en 2015, llegando casi a duplicar la cantidad captada un año antes.
Las empresas más beneficiadas fueron Wallapop (102 millones de euros) y Letgo (100 millones), pero también hay un buen número de compañías que accedieron a inversiones nada despreciables, como UserZoom (30 millones), Jobandtalent (23 millones), CartoDB (21 millones), peerTransfer (18 millones), Digital Origin (15 millones), Typeform (13 millones), Packlink (11 millones) o Cabify (11 millones).
Esta es la cara ‘amable’ del emprendimiento, pero lo cierto es que sacar adelante una start upen nuestro país todavía puede resultar muy complicado. De hecho, el camino es más “largo y costoso” que en otros países vecinos, según explica Spotcap, empresa dedicada a la financiación de pymes y autónomos
La primera barrera es la complejidad burocrática. La compañía hace hincapié en que nuestro país ocupa el puesto 33º en el ranking mundial que analiza las normas gubernamentales que regulan las empresas, elaborado por el Banco Mundial. Para hacernos una idea de lo que esto significa, España está por detrás de países como Polonia o Mauritania.
De este modo, abrir una empresa requiere el doble de trámites y de tiempo empleado que en los países con altos ingresos de la OCDE. Además, Spotcap señala que sólo el papeleo puede suponer una inversión de 4.000 euros, a los que habría que sumar otros costes del inicio de actividad, como el alquiler y acondicionamiento del local, la contratación de personal, etc.
Otro problema es la financiación aunque, afortunadamente, ahora hay más posibilidades que hace unos pocos años. Además del tradicional crédito de los bancos, de difícil acceso para las start ups, se puede conseguir financiación a través de venture capital, business angels, crowdfunding o créditos online sin pasar por el banco, como los ofertados por la propia Spotcap.
La empresa recuerda que el venture capital es una rama del capital riesgo enfocada en etapas tempranas de negocio, como sucede con las start ups; mientras que los business angels son inversores que aportan capital, experiencia y contactos con la vista puesta en una ganancia futura.
Pese a las dificultades para echar a andar en España, Barcelona se ha convertido en centro de atracción para un buen número de start ups. No en vano, alberga más de 200 nuevas empresas tecnológicas, en ámbitos tan diversos como B2B, videojuegos, ecommerce o turismo.
Además, Spotcap reseña algunos de los ‘paraísos del emprendimiento’ europeo. Por ejemplo, Berlín es una de las ciudades más atractivas y va camino de convertirse en un hub europeo de start ups. Por su parte, Londres es una de las ciudades donde se mueve más dinero para la financiación de start ups. Y Ámsterdam es conocida por su creatividad y por ser la capital europea de la economía colaborativa.
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