Hay un punto fundamental que debemos tener controlado dentro de una plataforma de Cloud, y que se refiere a la monitorización de las diferentes máquinas que forman parte de nuestra infraestructura Cloud. Sin una correcta monitorización nos exponemos a una máquina deje de funcionar, el consumo de CPU se dispare o el espacio en disco se sature y nos enteremos directamente porque el cliente nos avise de que nuestro servicio no funciona. Esta opción, sobre todo para determinados entornos críticos, es inviable por el coste que tiene en imagen y pérdidas económicas.
Es por ello que estar avisados de que algo puede empezar a fallar, es básico para poder tomar el control de la situación antes de que vaya a mayores. Para mostrarlo a nivel práctico, como en ocasiones anteriores, vamos a tomar como ejemplo la plataforma Cloudbuilder de Arsys una de las más potentes y avanzadas de nuestro país.
Niveles de monitorización
En un Cloud la monitorización de un conjunto de servidores virtuales básicamente se reduce a dos tipos: la que nos permite controlar que la máquina permanece encendida, el uso de cierta clase de recursos del Cloud o el nivel de transferencia que esté consumiendo, y la realmente potente que, gracias a un cliente instalado en el propio servidor, monitoriza los servicios de la máquina desde dentro y nos informa ante cualquier cambio importante en el estado del propio servidor. La diferencia es que, con el segundo, podemos mantener un control mucho más preciso.
En el caso del Cloudbuilder de Arsys, si nos vamos al apartado Infraestructura / Servidores veremos el listado de máquinas que tenemos activas en dicho momento. En este listado se identifica con un semáforo verde bajo la columna Estado el hecho de que el servidor se encuentre activado y en funcionamiento. Si además pinchamos sobre cualquiera de ellos, en la parte inferior se nos ofrecerá información básica de su configuración y si tiene algún aviso relevante. Sin embargo, estos datos no dejan de ser muy superficiales. Para tener una monitorización de verdad tendremos que seleccionar el servidor que nos interese, y acudir al menú Gestión Técnica / Monitorización.
A continuación se nos mostrará un asistente que parte de una pregunta sencilla: o monitorización estándar o monitorización avanzada. La primera es gratuita y se centra en vigilar los recursos del Cloud que está consumiendo una determinada máquina virtual, así como si permanece encendida. La ventaja de esta monitorización es que es ajena al sistema operativo (da igual el que hayamos instalado), no requiere la instalación de ningún cliente y, por supuesto, que en el caso de Arsys es gratuita. A cambio, hemos de tener presente que sólo nos avisará cuando algo realmente grave haya ocurrido, pues se guarda los avisos vía e-mail para el encendido/apagado de la máquina. El resto de parámetros tendremos que viiglarlos desde el propio Panel de control del Cloud.
Para completar la configuración de esta primera opción de monitorización estándar, simplemente tendremos que introducir una dirección de correo y terminar el asistente sin más.
Monitorización avanzada
La segunda opción del asistente es la más completa, aunque tiene un coste mensual (en el caso de Arsys unos 8 €/mes). Si la elegimos hemos de saber que requiere instalar un cliente software (Linux o Windows), y la ventaja es que nos monitorizará el servidor desde dentro y nos mandará avisos cuando los niveles marcados se salgan de lo indicado. Gracias a ello lograremos un control muy preciso, pudiendo establecer diferentes umbrales de atención para cada componente por separado.
Así, si en el asistente marcamos esta opción y tras introducir el correo que recibirá los avisos cuando se produzcan, llegaremos al paso 2, donde se nos pedirá que detallemos los recursos que queremos monitorizar y, sobre todo, indicar que umbrales de consumo de recursos o tiempo de respuesta consideramos que requieren atención o que directamente son peligrosos.
Lo bueno de este sistema es que, por ejemplo, podemos considerar preocupante que se consuma el 80% de CPU, el 60% de la RAM y se superen los 3 Mbps de transferencia. Esto es, podemos personalizar de manera exacta, siempre según el tipo de aplicación y uso del servidor virtual, qué consideramos preocupante y qué no. Además, al ofrecernos la posibilidad de avisarnos ante umbrales concretos, podemos recibir avisos de que algo está empezando a funcionar mal antes de que sea demasiado tarde.
En el paso 3 del asistente de la configuración de la monitorización avanzada podemos indicar que puertos y qué procesos del sistema se monitorizarán de manera específica para comprobar que responden adecuadamente. Por último, se nos ofrecen un par de avisos importantes. El primero es bastante obvio: no olvidemos abrir los puertos que necesitamos monitorizar en el firewall (p.ej. el del ping), pues de lo contrario el servicio de monitorización lanzará errores continuos. La segunda es más importante si cabe, pues nos indica que tendremos que instalar el cliente software en la máquina para que comience a funcionar.
Para ello, una vez completado el asistente y activada la configuración, tendremos que seleccionar el servidor en cuestión en el listado principal y acudir al menú Acciones / Cargar DVD. Esto abrirá una nueva ventana con todas las imágenes de disco que podemos cargar en la unidad óptica virtual de nuestro servidor. En la pestaña de Herramientas y Aplicaciones, tendremos que elegir Agentes para monitorizar y terminar el asistente de carga de la ISO. Tras esto, bastará acceder al servidor en cuestión y en su unidad óptica, encontraremos montada una imagen con el instalador del agente de monitorización para Windows/Linux. Sólo tendremos que instalar este software para que la monitorización avanzada comience a funcionar.
Consultar registros
Para terminar, si queremos consultar el histórico de monitorización de los servidores, tendremos que movernos por el menú de la izquierda hasta el bloque de Herramientas, y pinchar en Gestión del servicio / Monitorización. Ahí encontraremos toda la información de monitorización, así como diferentes gráficos que nos mostrarán el estado de los diferentes parámetros del servidor a lo largo de las últimas horas/días.
Dentro de este bloque, además, tendremos una sección llamada Logs. Como su nombre indica, almacena todas las acciones llevadas a cabo en el Cloud, incluidas las que se refieren a los servidores. De esta forma, si se están reiniciando los servidores o hemos tenido cambios de configuración del entorno que puedan haber afectado al funcionamiento de los sistemas, podemos consultarlo desde ahí.
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