Nunca antes la enigmática sonrisa de la Gioconda había alcanzado un tamaño tan exiguo. Ha sido la forma más efectiva a la par que espectacular que han ideado en el Instituto de Tecnología de Georgia (USA) para demostrar las posibilidades de la nanolitografía termoquímica (TCNL por sus siglas en inglés) al trasladar uno de los retratos más famosos de la Historia desde su tamaño original de 77×53 centímetros a tan solo 30 micras.
El método para conseguir esta impresión consiste en aplicar calor sobre cada uno de los píxeles para crear reacciones químicas a escala nanométrica, así más calor produce una concentración de moléculas que da lugar a los tonos grises más claros mientras que una menor temperatura produce sombras más oscuras. Cada uno de estos diminutos píxeles esta separado del adyacente por una distancia de 125 nanómetros a fin de que las partículas de cada uno de ellos no entrasen en contacto y transfiriesen temperatura modificando el efecto que les confiere la misma creando esta particular nanoescala de grises.
Las aplicaciones de esta técnica de nanoimpresión térmica pueden resultar de gran utilidad en campos como la bioingeniería, la óptica o la nanoelectrónica.
vINQulo
En los próximos años asistiremos al ‘boom’ de las monedas digitales de bancos centrales. En…
La popularidad de la tecnología de inteligencia artificial se dejará notar el año que viene…
La mayoría de las compañías de nuestro país ha sido blanco de los cibercriminales en…
Experimentó una mejoría del 20 % en comparación con los seis primeros meses del ejercicio…
La compañía espera incrementar sus ingresos entre un 3 % y un 5 % en…
Este proyecto complementario a la oferta de ventas flash ya existe en Francia y Bélgica…